Un muerto y nueve heridos dejó la explosión de una granada fragmentaria frente al club Flecha de Oro, en la urbanización Lomas de Funval en el estado Carabobo.
Extraoficialmente se conoció que funcionarios de la PNB realizaban un procedimiento en la zona para dar con la captura de Wilmer José Ramón Suárez, de 22, apodado “el Wilmita”, quien portaba un arma de fuego. Supuestamente avistaron al sujeto junto a otros sospechosos saliendo del club nocturno por lo que procedieron a capturarlos. Otro de los acompañantes de los presuntos delincuentes decidió lanzar una granada hacia la patrulla, reseñó El Carabobeño.
En el hecho resultó herido José Ángel Linares González, de 29 años, quien fue trasladada a la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (Chet), donde falleció posteriormente. Al parecer era uno de los presentes en el lugar nocturno.
El grupo de heridos lo conforman cuatro funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana y cinco civiles más, entre ellos una mujer, informó el portal 800 Noticias, citando al medio valenciano.
Los PNB heridos son Roswin Escorche, Orlando José Natera Silva, Gabriel Alejandro López Acevedo y José Domínguez, el mayor de ellos de 24 años. Los civiles heridos responden a los nombre de Lorenzo Durán (43), Luis Alberto Coronel (41), Freddy Moreno (22), Emilio Alvarado (24) y Katiuska Machado (21).
En predios policiales se conoció que además de Wilmer José Ramón Suárez, también fue capturado Luis Alberto López Pineda, como responsables del hecho.
Según el relato de algunos testigos, previo al lanzamiento de la granada, los presuntos delincuentes se lidiaron a golpes con los policías, por lo que estos tuvieron que pedir refuerzo. Luego del estallido dela granada, varios funcionarios policiales hicieron tiros al aire para amedrentar.
Toda esta situación hizo que un buen número de personas buscara refugio dentro del club y sus alrededores, mientras la música de la miniteca permanecía con el mismo alto volumen de siempre.
Vecinos aseguraron que este club La Flecha de Oro es conocido por sus rumbas que comienzan a las seis de la tarde y terminan a las seis de la mañana. No es la primera vez que en sus adyacencias ocurre un hecho de sangre, pero ninguna autoridad municipal ha actuado para corregir la situación, destacó El Carabobeño.