La estatal de agua recibió 74% menos del presupuesto asignado en 2017, solo tiene cuatro cisternas y se apoya en los Bomberos y el Ejército para surtir hogares
Con 30% menos de reserva en 31 de los 62 embalses que hay en el país, la imagen de Hidrocapital con el agua hasta el cuello es tal vez la analogía más inapropiada para describir la crisis de una empresa que se ahoga en una ciudad donde escasea el agua.
La estatal no solo se queda sin su personal más capacitado en un contexto dominado por la diáspora, también le faltan vehículos operativos para realizar el trabajo de campo y atender averías, admite la empresa en la Memoria 2017 del Ministerio de Ecosocialismo y Aguas, divulgada recientemente en su página web.
En el documento, Hidrocapital reconoce que hay poca disponibilidad de insumos necesarios para mantener su servicio y se ciñe a la trama del Gobierno al atribuir parte de sus fallas al hurto del cableado eléctrico y de equipos, un argumento que también se orquesta desde el despacho eléctrico que somete al país a la mayor dieta de energía en los últimos años. La estatal solo tiene cuatro cisternas y se apoya en los Bomberos y el Ejército para surtir hogares.
En el balance de las obras más resaltantes en Caracas, la hidrológica de la Región Capital apunta 15 obras de mantenimiento realizadas en las Estaciones de Bombeo 12, del Sistema Tuy I, y 31, del Sistema Tuy III, que integran el Acueducto Metropolitano; al igual que las maniobras en las plantas potabilizadoras Caujarito, La Guairita y La Mariposa.
Pero el colapso del servicio que obliga a las familias del oeste a extremar las medidas de supervivencia, desdice los logros presentados por la compañía, entre ellos el mejoramiento de la Planta de Tratamiento Caujarito, en Valles del Tuy, que, según Hidrocapital, incrementó la dosificación de cloro gas en el agua que distribuye el Tuy III.
Para quienes dependen del abastecimiento de camiones cisternas y viven con la mesura de los «tobitos», quizá no hay duda de ello, pero a decir verdad, el mayor problema de las comunidades marginadas va más allá de las 1.700 averías detectadas en Caracas y estriba en el hecho de que ni siquiera reciben una sola gota del agua tratada.
Como en las cotas más altas de El Valle donde tienen más de un mes sin el servicio. Hoy más de 5,3 millones de habitantes de Miranda y el Distrito Capital padecen, en mayor o menor medida, la sequía y la desinversión que arruinan a una empresa cuya red de tuberías tiene más de 30 años en uso, según Norberto Baussón, exvicepresidente de Operaciones de Hidrocapital.
De los 19 mil litros por segundo que debería recibir la ciudad, solo ingresan 14 mil, aproximadamente. En medio del despropósito de un nuevo racionamiento, que se agudiza en un período signado por el desabastecimiento, Hidrocapital flaquea y deja entrever su mayor dificultad: el déficit de recursos que pasma cualquier proyecto para rescatar embalses como La Mariposa y Lagartijo, ahogados por la bora.
Ni por el hecho de que la empresa pasó de recibir 2,2 millardos de bolívares en 2015 a 66,3 en 2017, ha logrado optimizar su servicio. Este año el panorama luce más difícil. Para el ejercicio fiscal 2018, el Ejecutivo nacional solo aprobó 17,1 millardos de bolívares, 74% menos de todo el presupuesto asignado a la hidrológica durante el 2017, y ello aumenta el descontento entre los trabajadores por los bajos sueldos y salarios.
A propósito de las dificultades, este fin de semana Ramón Velásquez, ministro de Ecosocialismo y Aguas, dijo que los embalses están afectados por la sequía de los últimos 6 meses. En el caso del Lagartijo, que alimenta los Sistemas Tuy I y II, la cota de almacenamiento es de 158 metros, 32 metros por debajo de la marca óptima.
Según el Departamento de Ingeniería Hidrometeorológica de la UCV en mayo llovió 5,6 mm, es el mayo más seco registrado en 68 años, y las autoridades no tienen cómo suplir la demanda. Sobre ello, Ramón Velásquez indicó que La Mariposa, que proporciona 1.700 litros por segundo, está perjudicada.
Solo este fin de semana, los municipios Libertador y Baruta, al igual que Guaicaipuro, Carrizal y Los Salias, en Altos Mirandinos, se vieron afectados por el racionamiento. En el Área Metropolitana, el panorama compromete las intervenciones en los hospitales Universitario, El Algodonal y J.M. de los Ríos. En el Clínico, el personal suma unos 80 días sin agua, una dificultad que amenaza con extinguir la colección de plantas acuáticas del Jardín Botánico.
Fuente : El Universal