Después de una jornada caótica, con 41 estaciones del metro destruidas, 308 detenidos, 156 policías lesionados y al menos una docena de civiles heridos, Santiago de Chile amaneció este sábado destruido en distintas zonas y bajo el control de los militares. Pero las protestas continuan a pesar del Estado de Emergencia y la sus pensión de las garant mas constitucionales dictadas por el Gobierno de Piñera El Gobierno de Sebastián Piñera (2018-2022) acudió al Ejército para tomar el control de la ciudad, tras la violenta jornada del viernes, con protestas contra el alza del precio del metro, que se desbordaron con el paso de las horas. Incendios de autobuses, coches, bancos, sedes de compañías multinacionales como Enel y saqueos de tiendas y supermercados en diferentes zonas de la capital. Las autoridades del Ejecutivo se mostraron desbordadas y la clase política, en general, sin respuesta ante un fenómeno de descontento profundo que trasciende el alza del boleto del subterráneo.
Con el decreto de Estado de emergencia, que restringe para los ciudadanos la libertad de traslado y de reunión por 15 días, el Ejército toma el control de buena parte de la Región Metropolitana de Santiago, bajo las órdenes del presidente.