Las voces que más se escuchaban el viernes eran las de los camioneros y de los estudiantes, aunque más tarde miles volvieron a manifestarse pacíficamente en una céntrica plaza de la capital chilena.
Mientras que los primeros se dirigieron hasta el exclusivo barrio de La Dehesa, al oriente de la capital chilena, los segundos protestaban contra las medidas de seguridad anunciadas la víspera por el presidente Sebastián Piñera, que incluyen una ley anti saqueos, una contra quienes levanten barricadas e impulsar otra contra los manifestantes encapuchados, además del reforzamiento de la vigilancia aérea.
Paralelamente, miles escucharon el llamado en redes sociales a “la marcha pacífica más grande de Chile” en la céntrica plaza de Santiago, donde el 25 de octubre se reunieron a protestar más de un 1,2 millones de personas que fueron dispersadas por la policía que usa profusamente gases lacrimógenos y gruesos chorros de agua.