El número de muertos tras un potente sismo que sacudió el este de Turquía en la víspera subió a 29 personas en horas de la tarde de este sábado 25 de enero, con más de 1.000 heridos, dijeron funcionarios de emergencias.
Los rescatistas seguían buscando a unas 30 personas sepultadas bajo los escombros de los edificios caídos en la provincia de Elazig y en la vecina Malatya, señaló el ministro de Salud, Fahrettin Koca. La cifra de fallecidos podría aumentar, advirtió.
Equipos de emergencias y fuerzas de seguridad distribuyeron tiendas, camas y mantas mientras los termómetros registraban temperaturas negativas durante la noche. Se abrieron mezquitas, escuelas, centros deportivos y residencias de estudiantes para albergar a los cientos de personas que dejaron sus casas después del sismo.
“El terremoto fue muy grave, salimos corriendo desesperados (de nuestra casa)”, dijo Emre Gocer a la agencia noticiosa estatal Anadolu mientras se refugiaba con su familia en un pabellón deportivo en Sivrice, en la provincia de Elazig. “No tenemos un lugar seguro donde quedarnos”.