El presidente de China dijo este sábado que la expansión acelerada de un nuevo virus constituye una situación grave, al tiempo que las ciudades desde el centro del país hasta Hong Kong tomaban medidas para detener un brote que ha infectado a más de 1.200 personas y matado a 41
China intensificó el sábado las medidas de aislamiento y de control para evitar la propagación de la epidemia del coronavirus, que ha provocado una «situación grave», en palabras del presidente Xi Jinping.
«Mientras tengamos una confianza firme, trabajemos juntos -prevención científica y tratamientos- con políticas precisas, seremos, con seguridad, capaces de ganar la batalla», dijo Xi.
Restricciones de circulación en Wuhan, corazón de la epidemia, alerta máxima en Hong Kong, controles sistemáticos en los transportes de norte a sur. China se esfuerza por contener el virus, que ya ha provocado 41 muertes en el país y unos 1.300 infectados.
A partir del lunes, las agencias de viaje chinas no podrán vender paquetes turísticos para grupos, anunció la cadena de televisión CCTV.
Pero el virus se expande y ya está presente en cuatro continentes. Europa registró sus primeros tres casos el viernes, en tres personas que viven en Francia y que habían estado recientemente en Wuhan, epicentro del nuevo coronavirus, de la familia del SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo), que en 2002-2003 mató a 774 personas en todo el mundo.
Australia confirmó además cuatro casos el sábado, todos ellos en personas que acababan de volver de China.
En Asia hay varios países afectados y en Estados Unidos un segundo caso se confirmó el viernes.
Sin embargo, el estudio de los primeros casos muestra que la tasa de mortalidad del virus, llamado 2019-nCoV, de la familia de los coronavirus, es bastante débil.
La tasa «es, de momento, de menos del 5%», indicó el profesor Yazdan Yazdanpanah, experto francés de la OMS, que atendió a pacientes en Francia.
«De forma general, los pacientes [afectados por el nuevo virus] están en un estado menos grave que con el SRAS», que tenía una tasa de mortalidad del 9,5%, explicó el profesor Yazdanpanah.
Ni petardos ni dragones
China entró el sábado en el Año de la Rata, pero las conmemoraciones del Año Nuevo fueron mínimas y poco festivas. En las calles de Wuhan, una metrópolis de 11 millones de habitantes, no hubo petardos ni dragones.
En los límites de la zona prohibida, a unos 20 km al este del centro de la urbe, los vehículos intentaban cruzar un peaje de autopista, pero tenían que dar media vuelta.
«Nadie puede salir», repetía un policía a la AFP. Desde el jueves, tampoco pueden partir de la ciudad trenes ni aviones.
Además de Wuhan, casi toda la provincia de Hubei está aislada del mundo. En total, unos 56 millones de personas están confinadas.
En los pocos supermercados que quedaban abiertos, algunos ciudadanos trataban de conseguir mascarillas y productos desinfectantes. «La gente intenta protegerse», explicó un cliente, que se mostró tranquilo. «El gobierno se está encargando. No hay problema», sostuvo.
RECUADRO
3 casos en Francia
Francia anunció el viernes los primeros casos en Europa del letal nuevo virus detectado en China, y la ministra de Salud francesa advirtió que el continente debe prepararse para otros casos de esta epidemia a la que –dijo- hay que combatir como si fuera un incendio.
Los tres casos confirmados involucran a personas que viajaron a China, donde cientos de personas han enfermado y más de dos docenas han muerto.
La ministra de Salud Agnes Buzyn anunció los primeros dos casos en Francia en una conferencia de prensa convocada el viernes por la noche. Unas tres horas después, su ministerio anunció un tercero en un comunicado.