Una joven de 22 años de edad fallecida, más de 60 comunidades inundadas y horas de angustia fue lo que dejó el fuerte aguacero que por más de cuatro horas cayó el lunes por la tarde en la zona norte de Anzoátegui y las comunidades rurales de los municipios Sotillo y Bolívar.
El sol despuntó con toda su intensidad este martes en la mañana, pero las consecuencias del temporal aún se evidenciaban en las principales calles y avenidas del área urbana de la entidad.
Quienes residen en los sectores Rómulo Gallegos de Lechería, Pele El Ojo de Barcelona, la calle Freites de la capital anzoatiguense y La Caraqueña de Puerto La Cruz, entre otros, amanecieron sacando el agua que sin clemencia se introdujo en sus residencias.
Aún a las 9:00 am de este martes, los habitantes de los conjuntos residenciales ubicados en el sector Rómulo Gallegos de Urbaneja permanecían con cerca de un metro de agua en el interior de sus casas, luego que la laguna homónima se desbordara. Vecinos del sector indicaron que personal de la alcaldía intentaba quitar una obstrucción ubicada en playa Lido para que el agua drenara de los apartamentos.
Elizabeth Fernández reside en la calle Freites cercana a un arroyo ubicado en la avenida Cayaurima de Barcelona y contó que no durmieron drenando el agua que se coló en su vivienda.
Al igual que la familia Fernández, a Rosa Blanco también le tocó sacar el agua de su domicilio ubicado en el sector La Caraqueña de Puerto La Cruz, pero a diferencia de los Fernández, aquí el agua entró a su casa “con una fuerza incontrolable”.
“Esa lluvia fue terrible, ya bien fuerte el aguacero, el agua comenzó a entrar por el techo y se filtró por las paredes y las agrietó, no había forma de pararla. Toda la ropa se mojó, los muebles, la fuerza que tenía el agua era incontrolable. Yo calculo que entró casi un metro de agua porque nos llegaba hasta las rodillas. Estuvimos sacando agua hasta las 2:00 de la madrugada”.
En Pele El Ojo, Roxy Cedeño narró que pese a lo fuerte del aguacero ese no fue el mayor problema. Dijo que inescrupulosos se dedicaron a vandalizar pequeños negocios y casas de la comunidad tras las anegaciones que sufrieron.
José Alberto Camacho/Crónica.Uno