“El virus no detiene el avance de China. China venderá su estado de vigilancia autocrática como modelo de éxito contra la epidemia. Exhibirá por todo el mundo aún con más orgullo la superioridad de su sistema. La covid-19 hará que el poder mundial se desplace un poco más hacia Asia. Visto así, el virus marca un cambio de era”
La Organización Mundial de Salud (OMS), declaró al covid-19 como pandemia el 11/3/2020. Mucho se ha escrito al respecto, sin que hasta ahora se tenga claridad sobre un futuro incierto.
Aquí haremos un réquiem el covid-19 a través de reflexiones de un grupo de intelectuales.
El filósofo esloveno, Slavoj Žižek en entrevista (6/5/2020), hablará del “comunismo del desastre” como antídoto al “capitalismo del desastre”. “El Estado no solo debería asumir un papel mucho más activo (…), garantizando el mínimo de supervivencia a todos los desempleados, sino hacer todo esto abandonando los mecanismos del mercado. Solo hay que pensar en los millones de personas, como los que trabajan en la industria turística, cuyos trabajos, al menos en algunos casos, se perderán y ya no tendrán sentido. Su destino no se puede dejar en manos de los mecanismos del mercado o de estímulos puntuales”.
Y agrega: “Las líneas que nos separan de la barbarie son cada vez más claras. Uno de los signos de la civilización actual es que cada vez más gente comprende que la prolongación de las diversas guerras que recorren el planeta es algo totalmente demencial y absurdo. Y también que la intolerancia hacia las demás razas y cultura, y hacia las minorías sexuales, resulta insignificante en comparación con la escala de la crisis a la que nos enfrentamos”.
El filósofo surcoreano, Byung Chul Han, dijo en entrevista el 17/5/2020 que: “La covid-19 ha dejado latentes las diferencias sociales, así como que ‘el principio de la globalización es maximizar las ganancias’ y que ‘el capital es enemigo del ser humano’”. Y agregó: “El virus no detiene el avance de China. China venderá su estado de vigilancia autocrática como modelo de éxito contra la epidemia. Exhibirá por todo el mundo aún con más orgullo la superioridad de su sistema. La covid-19 hará que el poder mundial se desplace un poco más hacia Asia. Visto así, el virus marca un cambio de era”.
El escrito portugués, Boaventura de Sousa Santos en entrevista el 9/6/2020 dijo:
“El virus es un pedagogo que nos está intentando decir algo. El problema es saber si vamos a escucharlo y entender lo que nos está diciendo. Lo dramático es que tiene que ser por esa vía de muertes para que nosotros, los europeos, los del norte, que no estamos tan acostumbrados a epidemias y somos muy arrogantes, lo entendamos. Los virus son fundamentales para la vida, para los animales, para la naturaleza y también para nosotros, pero hemos desregulado los ciclos vitales de la naturaleza y de los animales y por eso ahora hay cambios, trastornos, en las transmisiones de virus que pueden llegar a los humanos. Si matamos el virus, pero seguimos con el mismo modelo de desarrollo, de Estado y de sociedad, van a venir otros”.
El escritor español Ignacio Ramonet en entrevista (9/8/2020), dijo:
“¿En qué sentido todo seguirá igual? Bueno, seguiremos en una sociedad vertical, el capitalismo no se habrá derrumbado, las grandes empresas seguirán teniendo un rol determinante. En ese aspecto no cabe duda de que la estructuración, el esqueleto portador de la sociedad, probablemente no se va a mover, al menos en un primer tiempo”.
Giorgio Agamben, filósofo italiano, en el follero: ¿En qué punto estamos? La epidemia como política (2020), plantea las consecuencias éticas y políticas de la pandemia y habla de “la gran transformación” que busca imponer un mundo en el cual predomine un estado de excepción, que implica la pura y simple suspensión de las garantías constitucionales y se imponga la bioseguridad.
Dios no ha muerto
Friedrich Nietzsche en Así hablaba Zaratustra, utilizará la expresión “Dios ha muerto” como una metáfora para referirse a la respuesta secular del hombre de la ilustración.
Pero, ahora, en plena campaña electoral de EE.UU., el candidato-presidente Donald Trump, en la búsqueda de la reelección, invoca a Dios.
El 17/8/2020, durante un discurso pronunciado en Minnesota, EE. UU., afirmó: «Hemos construido la economía más grande en la historia del mundo y ahora tengo que hacerlo otra vez» e hizo alusión a una conversación con Dios. «¿Saben lo que es eso? Es Dios, que me está poniendo a prueba», y añadió: «Él me dijo: ‘Sabes, lo has hecho una vez’. Y yo le dije: ‘¿Hice un buen trabajo, Dios? Yo soy el único que podía hacerlo'». Ante lo cual, según Trump, «(Dios) dijo: ‘Eso, no deberías decirlo. Ahora vamos a hacer que lo hagas otra vez'» a lo cual «Yo le dije: ‘Está bien, estoy de acuerdo. Me pillaste’. Pero lo hice una vez y ahora lo voy a hacer de nuevo».
Y el 8/10/2020, al ser dado de alta del hospital militar Walter Reed, donde había sido ingresado por covid-19, dijo: “Me siento perfectamente. Así que creo que fue una bendición de Dios que me contagiara. Fue una bendición disfrazada».
Por tanto, ese Dios-vivo, estaría parcializado.
Franklin González