Jeanine Áñez, expresidenta interina de Bolivia, afirmó este martes 23 de marzo, en una carta escrita enviada desde la cárcel en la que está detenida, que seguirá hasta el final en la lucha por la democracia en su país.
“Esta es una lucha por la democracia y vamos a darla hasta el final. La lucha por la democracia ha tenido cientos de víctimas en nuestra historia, bolivianos valientes que han perdido la vida y la libertad en la batalla. Yo soy una más”, expresó.
Áñez, aseguró sentirse serena y rechazó que la acusen por delitos que, afirmó, no ha cometido. Recordó que asumió la presidencia interina de Bolivia por orden constitucional, luego de que Evo Morales renunció al cargo después de haber cometido fraude electoral.
“Aquí estoy y estaré hasta que el cuerpo me aguante. Hoy la dictadura me imputa por delitos que no he cometido. Jamás fui terrorista. Asumí la presidencia por sucesión constitucional para pacificar Bolivia. No hubo golpe. Hubo fraude“, afirmó.
La exmandataria también denunció abuso. Dijo que durante su arresto, con más de un centenar de uniformados que llegaron “armados hasta los dientes” a su residencia, torturaron a sus sobrinos, de 20 y 28 años de edad, que se encontraban de visita.
“Amenazaron a mis familiares, personas mayores y niñas que las dejaron en estado de shock. Después de mantenerme en la carceleta, dijeron que no tengo casa, siendo que tienen precintada mi casa sin poder entrar y sin saber qué se habrán llevado de ahí con el abuso que los caracteriza. Ni mis hijos ni ningún familiar han podido ingresar, nos tienen sin ropa y sin poder sacar nada de nuestras cosas”.
Áñez expresó que no tenía intenciones de escapar de su país y manifestó que espera que los funcionarios del Estado boliviano no roben sus pertenencias bajo la excusa de que están en la búsqueda de presuntas pruebas que la involucren en supuestos delitos.
“No tengo ninguna prueba de terrorismo porque jamás he estado en cosas ilícitas, ningún antecedente. La mayoría de mis cosas las dejé a la vista porque no tengo qué esconder. Nunca tuve ni tendré la intención de irme de mi país como lo hicieron en 2019 o los que cobardemente renunciaron por no hacerse cargo de un país en llamas”, dijo.
La opositora también denunció que las autoridades no han permitido que la examinen médicos independientes. Incluso yendo en contra de una orden judicial que instruye que se realice el traslado inmediato a una clínica para verificar su verdadero estado de salud.
“No confío en los médicos del gobierno. Ellos son parte del sistema de abuso y represión. Y ya han demostrado que están dispuestos a arriesgar mi vida inyectándome medicación de alto riesgo sin precauciones ni estudios previos con el solo fin de mantenerme en sus celdas”.
Áñez responsabilizó, en caso de que algo le llegue a ocurrir, al presidente boliviano Luis Arce; al ministro de Gobierno Eduardo del Castillo; a Jhonny Aguilera, comandante general de la Policía; al ministro de Justicia Iván Lima; y autoridades del Régimen Penitenciario.
Entre paréntesis, agregó que Franz Laura, director departamental de Régimen Penitenciario de La Paz, la hostiga.
“Querido pueblo boliviano: soy una madre soltera y si llegan a matarme por uno u otro medio solo quiero pedir que velen por la seguridad de mis hijos y mi familia, y que Bolivia no se rinda jamás frente a la dictadura y la persecución política. No van a doblegar mi espíritu ni van a cambiar la verdadera historia. No hubo golpe, fue un fraude”, finalizó.