Durante los últimos años, los servicios digitales del sector fintech en América Latina se han convertido en un eje fundamental para el desarrollo de las economías del continente. Según un informe de CEPAL de 2022, el sector pasó de concentrar unas 700 empresas a casi 2.500 entre 2017 y 2021 (una cuarta parte del total global).
¿Por qué crece tanto el sector fintech en Latinoamérica?
Según los datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la tecnología financiera o fintech percibió su auge durante la pandemia. En América Latina, donde un gran porcentaje de la población no estaba bancarizada, este boom brindó a los usuarios la posibilidad de acceder a servicios bancarios y participar de mercados de inversión globales a través del CFD trading, un instrumento de inversión versátil que permite operar con una multitud de activos financieros de forma accesible y rápida.
Los datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) coinciden con los de la CEPAL, e indican que el sector creció alrededor de un 112 % entre 2018 y 2021. Esto es, un crecimiento anual promedio del 37 %. Esto representa alrededor de 2.500 empresas fintech en la región, una cuarta parte de la totalidad de empresas de este tipo a nivel global. En términos de inversión, la industria superó los USD 1.600 millones.
Además de los instrumentos de inversión, los datos de ambos organismos coinciden en que las razones de este crecimiento en el sector tiene que ver con su capacidad de dar respuestas a los consumidores de hoy con soluciones digitales eficaces. El 36 % de las fintech encuestadas por el BID atribuyen su crecimiento a los servicios de pago, el comercio electrónico, la gestión del dinero, el crédito y las tarjetas de crédito y débito. Asimismo, afirman que la mayoría de sus clientes previamente no poseían servicios bancarios tradicionales.
¿Cómo responde la banca tradicional al crecimiento fintech?
La penetración de los servicios fintech en Latinoamérica ha demostrado el gran interés de la población por soluciones digitales y servicios bancarios online. Frente a ello, la banca tradicional de la región comenzó a desarrollar sus propias propuestas de tecnología financiera para competir con los actores puramente digitales del sector (plataformas de pago, inversión y neobancos).
Un estudio de Economist Impact señala que los bancos (ya no solo de Latinoamérica, sino de todo el mundo) perciben el crecimiento de la industria fintech como una amenaza directa a sus modelos de negocios: las expectativas de los consumidores, sumadas a las de las nuevas generaciones de consumidores nativos del entorno digital, han llevado a un 48 % de los bancos de Latinoamérica a considerar que la adopción de un ecosistema digital será su principal enfoque durante los próximos años.
Sin embargo, los bancos tradicionales se encuentran en desventaja: el costo y la complejidad de sus infraestructuras heredadas dificulta la implementación de un modelo de servicios ágil que responda de manera fehaciente a los nuevos hábitos de consumo. Los neobancos y las plataformas de pago, comercio electrónico e insurtechs (tecnología de seguros), no deben cargar con una infraestructura que todavía sostenga los viejos procesos bancarios y operaciones de índole presencial a los que la banca tradicional debe mantener activa.
Conclusión
El crecimiento del sector fintech a nivel global demuestra un cambio de paradigma en la actividad bancaria: los consumidores han adoptado las nuevas tecnologías para simplificar su actividad bancaria. Por eso, el 34 % de los bancos tradicionales de Latinoamérica considera indispensable migrar a sus clientes a un ecosistema digital durante los próximos años.