El año 2012 fue problemático para Jhoulys Chacín. Un año después de ser el pitcher con más triunfos, aperturas e innings lanzados por los Rockies de Colorado, se vio limitado a sólo 14 salidas, debido a una lesión que confundió al propio pitcher y a los médicos.
«El año pasado fue muy duro para mí», reconoció Chacín. «Me preocupé mucho porque el brazo me dolía y no sabía qué tenía, no conseguía nada. Un mes intentando averiguar qué era lo que me afectaba, hasta que al final se vio que era un problema en el pecho, el cual fue diagnosticado por un médico en San Luis. Gracias a Dios ya todo está bien».
La diferencia se ha notado en la loma: Chacín es hoy en día uno de los lanzadores más consistentes en los Rockies, manteniendo marca de 9-4 y 3.50 de efectividad, además de haber coqueteado en par de ocasiones con el juego completo–algo bien difícil para los estereotipos que sufren los dueños del Coors Field.
«La verdad que me he sentido muy bien; las cosas del pasado quedaron atrás. Pasé mucho tiempo lesionado», dijo Chacín. «En esta temporada, me he sentido muy bien y estoy mejor física y mentalmente. Es por ello que he podido tener una buena campaña hasta los momentos».
Chacín hizo dos cosas que lo ayudaron dramáticamente en su mejoría: La labor de acondicionamiento que hizo con el ex lanzador de Grandes Ligas Wilson Álvarez–con el que se identifica al ser ambos oriundos de la occidental ciudad de Maracaibo; y su regreso en el invierno con los Leones del Caracas.
«Wilson me ayudó mucho en la temporada muerta», relató Chacín. «Las cuatro semanas que estuve con él me enseñó muchas cosas y me apoyó con la preparación física.
«Gracias a Dios estoy viendo los resultados y sólo me queda seguir trabajando para mantener el buen momento que viví en la primera mitad de la campaña y llevarlo hasta el final».
El joven diestro zuliano siempre tuvo una tarea pendiente: Evitar que los batazos vuelen en el Coors Field, conocido como plataforma de lanzamiento para las conexiones de largo metraje.
«Lanzar en Denver requiere que uno pitchee de forma baja, para que salgan muchos roletazos y evitar que la bola se eleve de alguna forma», dijo Chacín. «Hay que buscar que los batazos se mantengan en el piso.
«Eso es en lo que más me he concentrado y lo que he tratado de hacer aquí y también fuera de casa. Claro, lo más importante es siempre lanzar strikes y estar adelante en los conteos contra los bateadores contrarios. Y obviamente buscar hacer el menor número de pitcheos posible para mantenerse en el juego la mayor cantidad de innings posible».
Aunque conseguir permiso para lanzar en el Caribe durante el invierno es una tarea harto difícil, Chacín considera que es un punto clave para mantenerse en óptimas condiciones. Por eso no desecha poder pitchear nuevamente en su país.
«¡Claro!», expresó Chacín al respecto. «Yo siempre pregunto si puedo lanzar en mi país. Si los Rockies me lo permiten hacer, yo lo hago con mucho gusto. Si no lo permiten, pues se escapa de mis manos, pero siempre lo intento.
«Estoy ciento por ciento seguro de que el lanzar en Venezuela me ayudó», continuó. «Claro que fue importante tener esa actividad para así recuperar mi forma después de la lesión, pero ese roce siempre ayuda, aunque no esté pitcheando en Grandes Ligas. Es cierto que me permitieron eso el año pasado, pero cada vez que el equipo me permita jugar -y espero que no sea sólo un asunto puntual que sucedió debido a mi lesión, sino que se den cuenta que me ayuda- puedo llegar mejor al Spring Training y a la temporada regular».
En estos momentos, Chacín también cuenta con el apoyo de su compatriota, el veterano receptor Yorvit Torrealba.
«Yorvit sabe mucho cómo ayudar a los lanzadores», manifestó Chacín. «Nos apoya a todos, no solamente a los latinos, sino a todos los pitchers que forman parte del staff, tanto abridores como bullpen.
«En lo particular siempre me dice que si mantengo mi sinker bajo, siempre voy a hacer out a muchos bateadores, y me va a dar muchos rollings. Su mensaje es que no trate de hacer demasiado, que mantenga la pelota baja y que veré los resultados rápidamente».
Rafael Rojas Cremonesi
lasmayores.com