Requerimos de espacios para el encuentro respetando las diferencias, necesitamos buenas prácticas de convivencias, dando el ejemplo. Dejemos de encerrarnos en nuestras casas, tras una reja; en su lugar salgamos. La paz se construye con acciones que motiven a confiar en otras y otros
Betty Nuñez Espinoza
Cuando pensamos en el cómo estamos viviendo en el contexto actual de mundo y de país, la mayoría logrará evidenciar en sus respuestas sentimientos y emociones tales como el miedo, la angustia, rabia, etcétera. Esas emociones que vienen afectando a la mayoría de las mujeres y hombres adultos no son ajenas a las que muchas veces sienten las niñas y niños, adolescentes y jóvenes de nuestro país; ellas y ellos observan como la violencia va afectando a todas y a todos sin distinción formulándose la pregunta ¿Qué puedo hacer? o desesperanzándose en un “no se puede hacer nada”.
Ahora ¿Qué hacer con estas emociones? Como seres humanos tenemos toda la libertad de sentir y vivir estás emociones siempre que las sepamos manejar sin atentar contra la integridad física o la vida de las otras personas y la nuestra. Manejarlas, conlleva a implicarnos de forma propositiva en aquello que nos indigna; es decir que todo aquello que sentimos debemos reflexionarlo y, a partir de esa reflexión, proponer y promover acciones que permitan alcanzar la situación deseada. En síntesis: implicarnos requiere de disposición, energía y esperanzas de cambiar el contexto actual en el que vivimos.
¿Quién es el responsable en
la construcción de la paz?
La responsabilidad en la construcción de la paz no está supeditada de forma absoluta al Estado, al gobierno o a sus leyes; es decir, necesariamente las mujeres y los hombres de las distintas sociedades debemos estar comprometidas y comprometidos en la construcción de la paz; pues nuestras acciones individuales y colectivas determinan el alcance de eso que tanto estamos anhelando “la Cultura de paz”. Aunque a veces caigamos en la desesperanza, debemos subrayar que para lograr estar en un ambiente sano que permita nuestro libre desenvolvimiento con las demás personas requiere de nuestro aporte.
Experiencia en comunidad
Los jóvenes de nuestras comunidades tienen la energía y esperanza suficiente para motivarse a acciones por la Paz; por eso, queremos contarles cómo a través de una actividad inclusiva en nuestras comunidades; entre niñas, niños, jóvenes y personas adultas, podemos empezar a construir la paz.
La mañana de un sábado las y los jóvenes de la comunidad Los Cangilones de La Vega se reunieron y constataron que la violencia era algo que afectaba a toda la comunidad. Posteriormente, los orientadores de esa discusión hicieron la propuesta de hacer una actividad en la comunidad donde niñas, niños, adolescentes y jóvenes hicieran un llamado de atención a sus habitantes para motivarlos a hacer su parte por la paz comunitaria.
Es entonces como la mañana del 15 de junio de este mismo año, niñas, niños, adolescentes y jóvenes tomaron las calles del barrio “El Milagro”, en la parroquia La Vega en Caracas, colocaron música a su gusto, con la ayuda de bolsas y escobas limpiaron el lugar; mientras pintaban una pared de blanco donde se disponían hacer un mural con el titulo principal “Construyendo la paz”.
La motivación de los muchachos y las muchachas fue tan grande que instalaron un toldo, mesas y sillas donde se dispusieron a jugar Bingo y dominó. Al mismo tiempo, en una casa de la comunidad, varias mujeres y hombres estaban preparando un sabroso sancocho que sería compartido al medio día del mismo día. Las vecinas y vecinos se asomaban por sus ventanas asombrados por tal actividad.
Paralelo a estas actividades, otro grupo estuvo tocando las puertas de sus vecinas y vecinos entregando un tríptico (Sobre “Resolución de Conflictos publicado por la Red de Apoyo) acompañado de la siguiente frase: “Buenos días, aquí les traigo la siguiente información para que Transformemos nuestros conflictos sin violencia. También venimos a invitarle a que participe en nuestra jornada por la paz, en la calle principal de nuestra comunidad. Muchas Gracias”.
Cada vez que una vecina o un vecino se asomaban a su puerta la cara de asombro se mantenía hasta el final de las frases que daban las niñas y niños. La calle estuvo llena de niñas y niños hasta el anochecer, se respiraba un ambiente de alegría y satisfacción excepcional.
Este tipo de actividades en las que la comunidad se hace sentir de manera positiva representan solo un ejemplo, de muchas que se nos puedan ocurrir y que podemos aplicar en nuestra comunidad sea barrio, urbanización o residencia y en las que todas y todos podemos participar porque independientemente de nuestra edad necesitamos ocuparnos e involucrarnos.
Requerimos de espacios para el encuentro respetando las diferencias, necesitamos buenas prácticas de convivencias, dando el ejemplo. Dejemos de encerrarnos en nuestras casas, tras una reja; en su lugar salgamos. La paz se construye con acciones que motiven a confiar en otras y otros; las calles y los espacios públicos deben estar ocupados por ciudadanas y ciudadanos comprometidos en acciones a favor de la paz.
Para construir
la paz es necesario:
Reconocer que necesaria y afortunadamente somos diferentes
Fomentar espacios de discusión y de reflexión que nos permitan comprender la realidad
Mantener una actitud positiva
Resolver los conflictos de forma no violenta
Reflexionar acerca de tu conducta y la de otras personas involucradas
Plantear tu punto de vista, escuchar a las partes
Llegar a consensos u acuerdos con compromisos que cumplirán, beneficiando a todas las partes
Evaluar los resultados que han tenido tras este acuerdo; de no funcionar, rectificar las soluciones, buscando alternativas pacíficas
Resolver los conflictos a tiempo, no permitamos que se empeoren las situaciones
Respeto a las diferencias
La paz es algo más que un ave blanca en el cielo, la paz no es igual a sumisión. La verdadera paz es aquella que nos invita al encuentro valorando y respetando las diferencias, implica diálogo, escucha, acuerdos como herramientas fundamentales y necesarias; implica acciones que contagien hacia el buen trato y la sana convivencia; requiere de hechos y no de palabras llevadas por el viento. La paz necesita que cada una y cada uno nos comprometamos a construirla.
La Voz de los Derechos Humanos
Red de Apoyo por la Justicia y la Paz
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