Aunque nunca tuvo intención de perpetuarse en el poder, trató de que sus ideas se perpetuaran en el tiempo, dejando a Venezuela un régimen que, aunque imperfecto y mal empleado por muchos, garantiza a todos los venezolanos el más sagrado de los derechos: la libertad
Durante uno de sus acostumbrados viajes, Rómulo Betancourt sufre un accidente cerebro vascular y a los pocos días, muere el 28 de septiembre de 1981 en la ciudad de Nueva York. Sus restos fueron trasladados a Caracas y luego de las ceremonias solemnes presididas por Luís Herrera Campíns y los dirigentes de AD, su ataúd es trasladado en hombros por 24 kilómetros desde el Capitolio Nacional hasta el Cementerio del Este, donde reposan.
Rómulo Betancourt es considerado, por muchos, el padre de la democracia en nuestro país y uno de los principales artífices de la consolidación del sistema bipartidista en la Venezuela del siglo XX. Hoy en día, sus ideas son admiradas y puestas en práctica por unos y criticadas y rechazadas por otros.
Más que Presidente
Nació en Guatire el 22 de febrero de 1908. En 1924 ingresa al Liceo Caracas, donde funda y dirige a varios grupos estudiantiles. Ingresa a la Universidad Central de Venezuela en 1926 y entre sus condiscípulos se encontraban personajes como Jóvito Villalba, Raúl Leoni, Armando Zuloaga y Miguel Acosta Saignes, entre otros, que formarían la llamada “Generación del 28”.
En 1928, Betancourt forma parte del grupo que intenta dar un Golpe de Estado fallido contra Juan Vicente Gómez. Tras el resultado de la alzada, abandona el país y comienza su primer destierro en Curazao. En 1931 funda en Barranquilla, Colombia, la Alianza Revolucionaria de Izquierdas (ARDI).
Tras la muerte de Gómez, regresa a Venezuela en febrero de 1936. Con la colaboración de Alberto Adriani y de Mariano Picón Salas funda el Movimiento de Organización Venezolana (ORVE), que luego se convertiría en el Partido Democrático Nacional (PDN), para finalmente formar Acción Democrática (AD).
El 13 de marzo de 1937, Eleazar López Contreras decreta la expulsión del país de 37 dirigentes, entre ellos Betancourt. En 1940, finalizando del gobierno de López Contreras y habiéndose cumplido el término de su expulsión, regresa a Venezuela, promoviendo de inmediato la candidatura simbólica de Rómulo Gallegos con el fin de oponerla a la oficialista representada por Isaías Medina Angarita. No obstante, en mayo de 1941, el Congreso Nacional elige a este último como Presidente de la República para el período 1941-1946.
Llegó a la presidencia en 1945, gracias a un golpe de Estado militar que derrocó a Medina Angarita e inicia verdaderas transformaciones democráticas, al promover una constitución que declaró el sufragio universal y procedió a acelerar el cambio de la política petrolífera, labor que fue continuada por Rómulo Gallegos.
Luego del golpe de Estado a Gallegos en 1948, se vio obligado a salir de Venezuela. Por casi una década, desde 1949 a 1958, Betancourt tuvo que vivir fuera de su patria, sin embargo, esos años de exilio fueron de intensa actividad, pues escribió en diarios y revistas de circulación continental, mantuvo contactos clandestinos con su partido Acción Democrática y orientó la lucha contra la Junta Militar de Venezuela.
A principios de 1958, el gobierno de Marcos Pérez Jiménez fue derrocado y se estableció un gobierno de transición cívico-militar. Betancourt regresó a Venezuela para presidir Acción Democrática y en las elecciones de diciembre del mismo año resultó electo Presidente de la República
De su gobierno se destaca la creación de la Corporación Venezolana de Petróleos (CVP), para supervisar la industria nacional de petróleo. Inauguró algunas obras públicas que el anterior gobierno de Marcos Pérez Jiménez había adelantado pero que no logró concluir, como el Puente General Rafael Urdaneta sobre el Lago de Maracaibo y redistribuyó terrenos públicos y privados improductivos para detener el declive de la producción agrícola, debido al boom petrolero.
A favor y en contra
En la actualidad, muchos le siguen llamando “el padre de la democracia”, pero esto ha sido puesto en duda por grupos de izquierda y en particular por el presidente Chávez, quien ha acusado a Betancourt de haber creado un régimen oligárquico, corrupto y clientelar llamado “Puntofijismo” y hasta de haber sido un agente de la CIA.
Algunos políticos chavistas y antiguos guerrilleros han denunciado al régimen de Rómulo Betancourt y al de sus compañeros de partidos (en especial Raúl Leoni y Carlos Andrés Pérez) de asesinar a dirigentes de izquierda con apoyo de los Estados Unidos.
Quizás estas absurdas opiniones se basen en la antipatía del expresidente Betancourt por regímenes no elegidos democráticamente, que llegaran al poder a través de la fuerza militar, lo que se conoció como la “Doctrina Betancourt”. Betancourt buscaba estabilidad política y acercamiento a Estados Unidos, por lo tanto aisló a los comunistas y se erigió como “el padre de la democracia”.
“Actué con empeño creador”
“Se podrá decir que he cometido muchos errores y desaciertos en mi gestión de Presidente, porque la infalibilidad y la aptitud para acertar siempre no son virtudes que se hayan dado nunca en un ser humano. Pero Venezuela reconocerá, estoy seguro de ello, porque tengo dominio de mis convicciones, como durante los años en que cumplí mi mandato, actué con empeño creador, con fe si se quiere fanatizada, por la gloria de Venezuela y la felicidad de su pueblo”.
Esta fue una de las frases elegidas por Betancourt para despedirse de la Presidencia de la República, la cual entregó, en marzo de 1964, a su amigo de toda la vida, Raúl Leoni
Edda Pujadas /// Twitter: @epujadas