Del mismo modo que hay diferentes adicciones, como al alcohol, a otras drogas, al sexo, también sé es adicto al amor insano. Los adictos al amor construyen relaciones codependientes en que todo se tolera en nombre del amor, incluso el abuso y los maltratos físicos o emocionales
Hay conductas que fácilmente se reconocen como trastornos psicológicos. Otras no. Una de ellas es la dependencia emocional en la relación de pareja manifestando codependencia: convertimos un vínculo amoroso en un nexo nocivo, en que uno necesita ayuda y el otro se compromete a dársela negando sus propias necesidades. El que necesita estará atado a su proveedor incondicional y el que se sacrifica compensará sus carencias con la admiración y el agradecimiento del otro.
La conducta anterior no se detecta tan rápido como otros trastornos, porque vivimos en una sociedad en que los comportamientos altruistas son muy aceptamos y valorados. No obstante, cuando existe una negación a la felicidad por sacrificarse por otras personas; sin duda alguna, se está ante un comportamiento dependiente que necesita ser reconocido para superarse y poder llegar a construir relaciones sanas.
1. Codependencia o dependencia emocional
Ahora, es muy común un tipo de relación en que más que el amor está en juego la dependencia; para otros, la codependencia. Es una conducta que puede estar escondida, disfrazada de algunas manifestaciones de afecto o solidaridad, tales como: buenas intenciones, amor incondicional, entrega y sacrificio; comportamientos que, por cierto, son muy aceptados y alabados en una sociedad, pero, en realidad, se trata de personalidades que necesitan sentirse queridas y admiradas por lo que participan siempre en una relación con una persona que requiere algún tipo de ayuda.
Y así, con la codependencia, se busca generar en el otro la necesidad de su presencia porque; al sentirse necesitado, el codependiente piensa que nunca va a ser abandonado porque el otro necesita de él o ella para vivir o estar bien.
Entonces, como lo que provoca adicción es la relación de pareja para llenar un vacío en la persona que la padece, se crea un vínculo de salvador y víctima, en que uno dependerá de otro, para mantenerse en ese nexo, sin que el amor esté de por medio moviendo las piezas sino una necesidad psicológica de fondo que requiere su conveniente satisfacción. Por esto quien padece este trastorno puede tolerar cualquier cosa porque confunde obsesión y adicción con el verdadero amor que se disfraza de un amor incondicional o sin límites, pero cuando el que recibe los favores no se comporta como el codependiente espera, viene la depresión, frustración o más afán de controlar para conseguir lo que espera del otro.
Asimismo, las personas que dedican su vida a sacrificarse por otros en nombre del amor, tienen un problema de fondo que se traduce en baja autoestima o poca valoración de sí mismo por lo que intentan darle sentido a su vida ayudando a los demás. Ellos creen que no merecen ser felices por lo que terminan siempre envueltos en relaciones destructivas que los enferman cada vez más.
Por último, el que sufre de codependencia es incapaz de alejarse de una relación enfermiza por cuenta propia, hasta que reconozca su condición y se proponga cambiar la manera en que establece vínculos amorosos. Por lo general, el codependiente necesitará de una tercera persona que lo haga reflexionar sobre su condición sicológica para poder salir de ese estado.
2. ¿Cómo saber si eres codependiente?
Algunas conductas que describen a una persona codependiente son:
a) centrado más en otra persona que en sí mismo una vez que hay una negación consciente de sus propias emociones debido a que no puede hacer frente a ellas;
b) quienes provienen de un ambiente familiar donde hubo alguna clase de abuso emocional o físico, incluso, sexual, adicción a drogas, como el alcoholismo, por ejemplo, abandono de uno o los dos padres como también de una condición que en apariencia no puedan controlar como la pobreza;
c) conducta controladora, perfeccionamiento, desconfianza; evitar hablar de los sentimientos por medio al rechazo o conducta sobreprotectora hacia los demás;
d) depresión, frustración y sentimientos de insatisfacción;
e) incapacidad que conduce a ataques de pánico para realizar cambios en la vida de otras personas;
f) se niega también a la confrontación y a los conflictos, lo cual no le permite resolver situaciones que le perturban ni llegar a acuerdos que beneficien en la relación de pareja a los dos por igual;
g) las personalidades paranoicas y esquizofrénicas, fácilmente, se convierten en codependientes.
3. ¿Cómo salir de la codependencia?
El primer paso para salir de la codependencia es aceptar que sé es codependiente porque cuando se mantiene una relación de este tipo, se buscan toda clase de excusas para continuar con ese nexo que por lo demás es destructivo y tóxico, así que acabar con esa relación insana ya será un gran paso. Al mismo tiempo, declárate como independiente y reconoce tu intimidad, no tienes que compartir todo con alguien en todo momento.
Luego, no intentes controlar a otro con un comportamiento tan altruista que tus necesidades no valgan; con manipulación, quejas y/o culpa mientras haces el papel de víctima, sino más bien busca mantener una relación de igualdad, en que tanto tu pareja como tú tengan la misma libertad de acción, que se resume en hacer uno lo que tenga o necesite hacer y dejar hacer al otro en los mismos términos.
Finalmente, aprende a poner límites e intenta liberarte de los problemas de las otras personas mientras comienzas a entender que tus necesidades son importantes y prioritarias.
¿Construyes relaciones no sanas?
Del mismo modo que hay diferentes adicciones, como al alcohol, a otras drogas, al sexo, también sé es adicto al amor insano. Los adictos al amor construyen relaciones codependientes en que todo se tolera en nombre del amor, incluso el abuso y los maltratos físicos o emocionales.
Cuando se está en un vínculo en que existe una negación a ser feliz para hacer felices a otros sacrificando las necesidades propias, se forma parte de una relación destructiva de la que se debe salir para recuperar el autoestima, curarse e iniciar relaciones sanas
La voz de la mujer
Isabel Rivero De Armas/La Voz