La temible obra de José Ignacio Cabrujas está de nuevo en escena para hacer pensar a los venezolanos
El teatro venezolano está a la izquierda del Estado y ha mantenido siempre relaciones con el Poder o los Gobierno de turno porque sus artistas son gente civilizada y respetuosa de las leyes. Los gobernantes, casi siempre, han respetado la ideología de sus teatreros y no han ido más allá de las formalidades establecidas, aunque hubo tiempos en que los teatreros terminaron haciendo sus comedias en las cárceles o en los cielos… algunos y otros tantos desaparecidos.
Esto es bueno recordarlo, para tirios y troyanos, porque ya está en temporada una de las piezas más desgarradas y controversiales que jamás se haya escrito y representado: “Profundo” de José Ignacio Cabrujas, donde se aborda el mito de la riqueza fácil y el caudillismo de los políticos.
“Profundo” está ya para el disfrute del público caraqueño, sábados y domingos a las 4:00 PM en el Espacio Plural del Trasnocho Cultural Trasnocho, ubicado en Paseo Las Mercedes, gracias a las actuaciones de Luis Abreu, Tania Sarabia, Violeta Alemán, Prakriti Maduro, Angélica Arteaga y Daniel Rodríguez, todos bajo la dirección de Héctor Manrique. La iluminación es de José Jiménez, el vestuario de Eva Evanyi y la música original de Jacky Screiberg.
Se trata de la cuarta pieza de Cabrujas que escenifica el Grupo Actoral 80. Las primeras fueron: “El americano ilustrado” (dirigida por Manrique en el 2000), “El día que me quieras” (puesta en escena por Juan Carlos Gené en 2005) y “Acto cultural” (materializada por Manrique en 2011). Todas lograron gran éxito de crítica y multitudinaria respuesta del público, durante el tiempo que permanecieron en cartelera.
Amor al país
Manrique comenta que en el caso específico de “Profundo”, Cabrujas dibuja con nitidez nuestra profunda mediocridad como nación. “Una familia que apuesta su futuro a escarbar un hueco y buscar riqueza, escarba profundo y al final lo que encuentra es una cloaca o para decirlo más coloquialmente, encuentran un mierdero. Es una dolorosa y frustrante visión de nosotros como país. Si recorremos nuestra historia reciente, veremos que después de pasar años y años escarbando profundo y sacando riquezas lo que tenemos es un país empobrecido, dividido, cada día más pobre de alma. Mirarse allí para lo que nos tiene que servir es para entender que más allá de todas las dificultades y frustraciones vale la pena seguir luchando y mi único lugar para luchar es sobre el escenario y en mi país, el país que amo”.
-¿Usted ama a Venezuela?
Sí y uso una frase de Cabrujas: «Uno debe amar este maldito país, uno debe amar esta mierda de país. Hay que amarlo para poder tener coraje de hablar mal y no hablar mal por un estado enfermizo de la persona». Yo sé que nunca me iré de acá, al menos que me boten, cosa que no creo que pase porque el oficio que hago es inofensivo.
Cabrujas necesario
-¿Hasta cuándo montará las obras de Cabrujas?
-Espero que hasta siempre esté Cabrujas sobre el escenario. Su vigencia, su fuerza poética lo hacen sin duda un autor necesario para comprendernos, para saber de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos. A eso hay que sumarle el enorme placer que produce adentrarse en sus textos. En días pasados hicimos un ensayo con varios invitados y nos sorprendió que algunos de ellos nunca hubiesen leído ni visto “Profundo”, hablo de gente joven que hace teatro. Es por eso que vale la pena hacer cualquier esfuerzo por montarlo. Su
vigencia, su fuerza poética lo hacen sin duda un autor necesario para comprendernos, para saber de dónde venimos, donde estamos y hacia donde nos dirigimos. A eso habrá que sumarle el enorme placer que produce adentrarse en su obra.
Responsabilidad vital
-¿Participa el Grupo Actoral 80 en el Festival de Teatro de Caracas, organizado por Fundarte, del 23 de febrero al 10 de marzo?
-Sí, fuimos invitados y lo haremos con “Acto Cultural”.
-¿Cómo son las relaciones financieras con los herederos de Cabrujas?
-Mi relación con Isabel Palacios es excelente. No es una relación financiera, es una relación de mutuo respeto, a la cual se suma nuestra admiración por la obra de Cabrujas.
-¿Qué otro texto de Cabrujas tienes entre manos para montarlo?
-La verdad es que en este momento sólo pienso en “Profundo”. Estamos en conversaciones con un teatro para en el mes de octubre y dentro del marco de los 30 años del Actoral 80 hacer una retrospectiva con las obras de Cabrujas montadas por nosotros. Sería fabuloso poder sumarle de aquí allá “El americano Ilustrado”.
-¿Y el 18 Festival Internacional de Teatro de Caracas cómo asoma?
-Se asoma que ya es bastante. Lo haremos entre el 21 y 31 de marzo. Esta es una responsabilidad vital para nosotros. Es importante para nuestra ciudad y sobre todo para los jóvenes que se están formando en el teatro, tener la posibilidad de ver confrontar el teatro que se hace en otros países.
“Profundo”, estrenada el 27 de mayo de 1971, plasma a la venezolana familia Álamo que mora en una vieja casa, donde extraños fenómenos les hacen presagiar la existencia de una riqueza escondida. Ese tesoro enterrado y el profundo hueco que hacen para encontrarlo cambian sus vidas, obsesionándolos por la fantasía de la riqueza fácil. Los Álamos, integrados por Magra (Sarabia), Buey (Abreu), Lucrecia (Maduro), Manganzón (Rodríguez) y Elvirita (Arteaga), viven bajo la dictadura de La Franciscana (Alemán), una bruja o sacerdotisa que se coloca al frente de una especie de secta que rodea el tesoro, y que representa a los caudillos del pasado y de la actualidad. Dicho tesoro, supuestamente enterrado por el sacerdote Olegario, emula las morocotas de oro que escondían los españoles en la época de la Colonia y hace una similitud con el petróleo venezolano en la época de la bonanza y el despilfarro de la década de los 70. Al final los personajes se dan cuenta que lo que hay es podredumbre y hedor. Es una especie de lección para los acostumbrados a esperar de brazos cruzados que todo llegue fácil, sin esforzarse para conseguirlo. Una actitud de facilismo que algunos endilgan al gentilicio venezolano
Edgard Antonio Moreno Uribe / http://elespectadorvenezolano.blogspot.com / emorenouribe@gmail.com