Varios prospectos de grandes ligas arrancaron muy lento y sus equipos estiman la posibilidad de enviarlos a las menores
El mánager de los Cachorros de Chicago Dale Sveum causó conmoción el otro día al sugerir que el primera base Anthony Rizzo y el torpedero Starlin Castro podrían ser enviados a las menores si ellos no… La verdad no se puede estar seguro de lo que supone que esos peloteros habrán hecho, ya que el bateo de Castro es mejor que el promedio de los torpederos en la Liga Nacional y Rizo tiene el doble de cuadrangulares (seis) que cualquier otro inicialista en el más viejo de los circuitos.
Ninguno de ellos está encendido en fuego, pero amenazarles con enviarlos a las menores puede parecer un poco draconiano, y quizás sea una señal de que el mánager está un poco ido.
Pero esta propuesta inmodesta conlleva a una pregunta mejor: ¿cuáles jugadores se beneficiarían de un viajecito a Triple-A?
Anthony Rizzo | 1B, Cachorros de Chicago
La línea estadística de Rizzo esta temporada está llena de habilidades secundarias; está recibiendo boletos y está conectando con poder, pero no está haciendo mucho contacto o bateando para promedio, con un BABIP muy bajo (.171). Con la mayoría de los bateadores yo no me preocuparía con un BABIP más bajo de lo normal o con una proporción de contacto menor en una pequeña muestra. Sin embargo, en el caso de Rizzo parece que los Cachorros le alteraron su swing este año, colocándole las manos un poco más abajo y más atrás que el año pasado, por lo que está abanicando más hacia la pelota, lo que genera más poder pero reduce su contacto, lo que lleva a que batee más elevados débiles, algo que se ha comprobado hasta ahora.
Se ha dicho que este tipo de swing refleja la filosofía de bateo de Sveum, pero en el caso de Rizzo, no se cree que hubiese nada en su swing del año pasado que necesitara arreglarse. Los Cachorros deberían dejar que vuelva a la mecánica que tuvo en el 2012, la que produjo un medio año bien exitoso en las mayores, con una buena proporción de contacto y mucho poder para un chico de 22 años.
Aaron Hicks | CF, Mellizos de Minnesota
Los Mellizos sabían que corrían un riesgo al promover a Hicks dos niveles y hacerlo su jardinero central regular para el día inaugural, especialmente con su historial de inicios lentos, pero hasta el momento se ha ido de 51-3, siendo los tres imparables sencillos, con 21 ponches, y le ha costado a su equipo casi una victoria -0.9 WAR según FanGraphs- con su actuación hasta ahora.
Ha tenido problemas contra las rectas y no ha logrado un solo imparable ante los cambios. Hicks siempre ha sido un bateador paciente, pero su reconocimiento de los lanzamientos ha sido un problema para él, lo que ha llevado a periodos largos de ajustes en cada nivel. Él es el jardinero central del futuro de los Mellizos, pero va a llegar un punto en el que colocarlo allá afuera para que falle va a resultar contraproducente, ya que está lastimando al equipo, y tampoco ha podido hacer los ajustes que necesita para poder desarrollarse como jugador.
Ahora mismo, está recibiendo más boletos, pero no ha podido convertir esos conteos de bateador en hits. Algunos le dan hasta principios de mayo antes de apagar el interruptor con el experimento, pero tiene que tener más contacto, por lo menos, para que siga siendo colocado en la alineación.
Jesús Montero | C, Marineros de Seattle
Probablemente los Marineros podrían bajar a la mitad de su alineación y no habrían muchas quejas, especialmente de los fanáticos, pero tienen un par de jugadores que ameritan una mirada más seria en este punto.
Montero es la decisión más fácil: si no va a jugar todos los días, podrían enviarlo a Tacoma, donde puede tener turnos regulares al bate. Él no es un receptor -esa illusion tiene que terminar ya- pero podría ser el bateador designado de todos los días en alguna parte, lo que podría suceder en Seattle si los Marineros se rinden con Justin Smoak y su slugging de .236.
El colaborador de ESPN Insider Dave Cameron escribió sobre Smoak en el fin de semana en el U.S.S. Mariner, y no se tiene mucho más que añadir sobre eso más allá de señalar que Smoak sí tuvo poder en la universidad, tanto en la escuela como en la Liga de Cape Cod, pero ese poder no ha aparecido a nivel profesional, llevando a que pierda la mayor parte de su velocidad al bate en el proceso.
Cualquiera que sea la causa, eso ya no existe y no va a volver, lo que significa que los Marineros tienen que moverse. Poner a Smoak en asignación, colocar a Kendrys Morales en la primera base, y poner a Montero como designado al menos le daría turnos regulares al bate.
Dustin Ackley | 2B, Marineros de Seattle
El otro gran chico problema de los Marineros ahora mismo es Ackley, quien batea para .197 y se ha convertido en algo indescifrable en el plato, menos paciente que nunca y tratando de halar pitcheos en la parte de afuera en vez de utilizar el campo completo. Para un jugador con la velocidad de bate que tuvo Ackley al salir de la Universidad el ser vencido por la velocidad es avergonzante, no solo para él sino también para el cuerpo de coaches de Grandes Ligas.
Ha habido un resurgir de interés de parte de los fanáticos de los Marineros sobre Nick Franklin, quien ha tenido un caliente inicio de temporada en Triple-A Tacoma luego de una débil estancia de 64 partidos allí el año pasado. Aunque se cree que Franklin podría ser una mejora a corto plazo mejor que Ackley, no pueden darse el lujo de bajar a Ackley, quien ya tiene poco más de un año de experiencia en Grandes Ligas, sin un propósito: descensos de castigo no hacen sentido, así que si Ackley es enviado a Tacoma, tiene que ser una exhortación a que trabaje más los conteos y utilizar más el campo contrario.
Mientras tanto, es bueno ver que el ambidiestro Franklin ha recibido más boletos que ponches en una muestra pequeña, pero unas semanas más en Triple-A no va a afectar su desarrollo, y todavía está el problema sin resolver su gran problema del bateo del lado derecho.
Keith Law //// espndeportes.com