Así, con notoria indignación, se expresó una paciente de la Clínica Santa Sofía ubicada en la urbanización El Cafetal, luego que un hombre fuese atendido sólo cuando, tras permanecer en el lugar por unas seis horas, colapsara en la sala de espera
Como si tener una dolencia física no fuera suficiente, las salas de emergencia tanto de centros privados como públicos, han sido descrita por sus mismos usuarios como “un dolor de cabeza”, ya que los tiempos de espera para ser atendidos parecen eternos cuando se tiene un malestar. Situación que se convierte en quejas constantes para quienes pagan altas sumas de dinero por los servicios requeridos.
Y es que en algunas clínicas de la capital, el concepto de “asunto o suceso imprevisto que se debe solucionar con mucha rapidez” que posee la palabra “emergencia”, debe ser replanteado. Pues en vez de caracterizarse por reducir los tiempos para la atención médica, el colapso llega a tal punto los enfermos deben esperar de cuatro a seis horas, y en algunos casos mucho más.
“Es inaudito ¿acaso debes llegar agonizando para que puedan atenderte?”, expresó con notoria indignación, una paciente de la Clínica Santa Sofía ubicada en la urbanización del Cafetal, municipio Baruta; luego que un hombre fuese atendido sólo cuando, tras permanecer en el lugar por unas seis horas, colapsara en la sala de espera.
“A él lo trajo su esposa a las 5:00 de la mañana, desde entonces se veía bastante mal. Como a las 7:00 am lo vieron y lo mandaron a aguardar de nuevo, hasta que sentado ahí le dio un patatús. Ahí si salieron corriendo los médicos y enfermeras a atender al pobre señor. Se supone que uno paga un servicio es para ahorrarte estas penurias”, comentó la mujer que prefirió no revelar su identidad.
Prioridad
Hay mucha similitud entre las emergencias de los centros hospitalarios pagos y los gratuitos, sobre todo cuando se trata en la prioridad de la atención. Por cuestiones lógicas, cuando una persona llega debatiéndose “entre la vida y la muerte” debe ser asistido con mayor urgencia, que aquel que tiene la oportunidad de aguardar.
No obstante, familiares y pacientes igualmente se quejan, ya que la atención no se corresponde con los altos precios pagan. “Si sienten que están en el tope de su capacidad, simplemente no aceptan más personas, porque es muy duro quedarse quieto sin más, cuando se está sufriendo un gran malestar o dolor”, señaló otra cliente de la Santa Sofía.
Pero hay quienes prefieren aguardar, dada la confianza en el servicio que ofrece este reciento. Tal es el caso de un octogenario que trasladó a su esposa a la mencionada clínica el pasado miércoles por una molestia en su muñeca derecha, pero fue pautada para el jueves “porque no había camas”.
Una vez allí en la fecha citada, y a pesar de llegar a tempranas horas de la mañana, alrededor de las 12:00 del mediodía aún no habían sido recibidos.
“Hay que armarse de paciencia, y nosotros estamos tranquilos porque aquí están nuestros doctores de siempre. Ellos se tardan en ver a los pacientes no porque estén manguariando, todo lo contrarió, lo que sucede es que tienen mucho que hacer. Además una vez adentro todo es de maravilla”, señaló de forma comprensiva el adulto mayor.
Problemas de ingreso
Otras causas del retraso en la atención son los problemas de ingreso. La aprobación de las aseguradoras en muchos casos, es la causa de demora para que el enfermo sea ingresado. Una vez lista la clave, la persona será atendida cuando tenga la oportunidad. De no ser así, debe aguardar obligatoriamente. En caso de no poseer póliza de seguros, la entrada está permitida siempre que se pague el monto estipulado por el servicio de emergencias. En la Policlinica Metropolitana, situada en urbanización Caurimare, según informó un empleado del departamento de admisión, tiene un valor entre los 6 mil y 8 mil bolívares, mientras en la Santa Sofía el costo es de 10 mil bolívares.
Cobertura obligatoria
Son numerosos los pacientes que se quejan de no poder ser atendidos con inmediatez en los centros de salud privados, porque las aseguradoras “se tardan demasiado” en tramitan su clave de ingreso.
Sin embargo, la Ley de la Actividad Aseguradora, establece en su artículo 40 de que “queda prohibido a las empresas de seguros y las de reaseguros negarse a otorgar la cobertura inmediata en casos de emergencia prevista en el contrato de seguro de hospitalización, cirugía y maternidad, condicionada a la emisión de claves o autorizaciones de acceso”.
Citas engorrosas
El proceso para solicitar una consulta con un especialista en una clínica privada también se ha convertido en una “actividad engorrosa”, pues a pesar de su alto costo –oscilan entre 600 bolívares y 800 bolívares- puede ser pautada para periodos mayores a 30 días.
Esto sin contar que una vez que llega el día citado, en algunos casos los pacientes deben madrugar para tomar un número a fin de ser atendidos por llegada, o bien, esperar por horas en los pasillos de los despachos médicos.
Anabel Barrios Díaz e-mail: abarrios@diariolavoz.net