La gran mayoría de los seres humanos tiene la esperanza de que al morir, irá a disfrutar del Reino prometido por Dios en las Santas Escrituras.
Sin embargo, en la Biblia Jesucristo dice: “De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no podrá ver el Reino de Dios”, evangelio de Juan, capítulo 3 versículo 3.
¿Y que es nacer de nuevo?. Es entregar nuestro corazón a Jesucristo, aceptándolo como nuestro Señor y Salvador y pidiéndole que nos perdone y transforme nuestra vida.
Así de sencillo, sin ningún rito, ni ceremoniales, ni sacrificios, ni obras, sólo presentándonos ante Él con un corazón arrepentido y dispuesto a seguir sus enseñanzas, colocándolo como la prioridad de nuestra vida.
Lo demás lo hará Dios, si estamos dispuestos a obedecerlo y a cambiar totalmente.
Otra advertencia del Señor sobre quienes no podrán entrar en su Reino la podemos leer en el libro 1 de Corintios, capítulo 6 versículos 9 y 10: “¿No saben que los malvados no heredarán el Reino de Dios?. ¡No se dejen engañar!. Ni los fornicarios, ni los idolatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores, heredarán el Reino de Dios”.
Las Santas Escrituras son el mejor manual, para llevar una vida correcta y apegada a las normas de Dios.
Ellas nos garantizan y nos guían por el camino de la salvación y la vida eterna y además, nos enseñan a disfrutar de una vida terrenal fortalecida en sus enseñanzas y llena de esperanza, en el futuro prometido por nuestro Padre Celestial.
El cristianismo no es una religión, sino un estilo de vida con Jesucristo como nuestro Señor y Salvador.
Dios te bendiga y te guarde. Hasta el próximo encuentro con La Palabra de Dios
La Palabra de Dios
Lic. Beatriz Martínez (CNP 988) / beaperiodista@hotmail.com / wwwlapalabradedios.blogspot.com