La carretera nacional Cúa-San Casimiro, donde está ubicado el santuario de la virgen de Betania, necesita custodia las 24 horas, pero sólo se observa a los patrulleros de tránsito cuando ocurre un accidente o en épocas vacacionales
En tiempos de escasez no sólo los productos de la cesta básica desaparecen en la región de los Valles del Tuy. En la entidad, la poca presencia de funcionarios de Tránsito Terrestre en las vías también es evidente. Hace tres años en la zona operaban 139 efectivos; en la actualidad quedan treinta y nueve. Para los expertos, la región necesita unos 200 uniformados para garantizar la vigilancia y prevención en las diferentes arterias viales de los seis municipios tuyeros. Tres de las rutas más peligrosas son la carretera Cúa-San Casimiro, donde está el santuario de la virgen de Betania, la autopista La Verota que comunica a Charallave con Santa Teresa del Tuy y la autopista Ocumare-Charallave.
“En estas vías deberíamos tener presencia las 24 horas, pero debido a la falta de personal sólo podemos operar de manera eventual y cuando hay elevado volumen de conductores; lo cual ocurre en temporadas altas”, dijo un oficial de Tránsito Terrestre, quien pidió no revelar su identidad por temor a represalias.
Ausencia en terminales
Otros de los lugares que ameritan presencia de los vigilantes son los terminales terrestres. En estos sitios los uniformados deberían revisar las condiciones de los carros y sus documentos. También verificar la documentación de los conductores, además de realizar las pruebas de alcoholismo y promover campañas de prevención sobre el uso del cinturón de seguridad y el exceso de velocidad, “pero el hecho de ser pocos funcionarios no nos permite cumplir con esta importante labor”.
Uno de los terminales más fluidos es el del Municipio Cristóbal Rojas. Allí es donde generalmente se desarrollan los operativos de prevención en temporadas altas.
La merma de uniformados de Tránsito Terrestre se debe a: jubilaciones, solicitud de bajas, destituciones, transferencias a otras regiones del país, homologaciones a la Policía Nacional Bolivariana o reposos.
Cerrado puesto de Yare
La investigación realizada por el equipo de La Voz reveló que tres patrullas de Tránsito Terrestre están fuera de servicio. Las mismas están siendo reparadas en un taller, mientras que sólo una funciona. Los uniformados se desplazan en 13 motos que sí están operativas. Esperan una dotación que les ofrecieron recientemente.
En cuanto a infraestructura pudimos conocer que varios módulos requieren reparaciones generales. El puesto de Tránsito Terrestre del Municipio Simón Bolívar está cerrado debido a la falta de funcionarios. Los siniestros, dependiendo a la altura en que ocurran, son atendidos por los uniformados de Lander o Independencia.
El módulo de Urdaneta está ubicado en el sector Quebrada de Cúa. Según los uniformados el personal es insuficiente, ya que debe cubrir los siniestros desde los límites de Charallave hasta el sector El Loro en el estado Aragua y Tácata en el Municipio Guaicaipuro del Miranda.
Los pocos funcionarios que están en Independencia deben levantar los accidentes que se registran en todo este poblado. Sus acciones llegan a los límites de Los Alpes y Acevedo, vía Barlovento, además del Municipio Zamora, mientras que los dos patrulleros de Paz Castillo deben cubrir hasta el sector La Línea en Petare.
“Debido a la escasez de efectivos trabajamos 15 días continuos y sólo nos dan cuatro días de permiso, situación que consideramos injusta”, expresó nuestra fuente, que además reveló que los uniformados no sólo hacen los levantamientos de las colisiones sino que también deben atender al público, tomar denuncias, investigar los siniestros, colocar multas, dictar charlas de prevención en escuelas e instituciones públicas y privadas, así como en líneas de buses.
“Somos tan poquitos que debemos hacer el papel de secretarias”, dijo el uniformado.
MIP-TUY Agencia/Jean Carlos Rodríguez
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