El mandatario de EE. UU. aseguró que en todo el mundo «la libertad religiosa está amenazada» y hay gobiernos que participan en actos de «discriminación y violencia contra la fe»
El presidente de EE. UU., Barack Obama, dijo ayer jueves que la promoción de la libertad religiosa es uno de los pilares de su política exterior y advirtió contra las amenazas que ese derecho enfrenta en varios países, entre los que citó a China.
«La historia demuestra que las naciones que defienden los derechos de sus pueblos, incluida la libertad religiosa, son en última instancia más justas, pacíficas y exitosas», destacó Obama durante la celebración anual del llamado Desayuno Nacional de Oración.
Este desayuno se celebra tradicionalmente el primer jueves de febrero y este año tuvo lugar en el hotel Washington Hilton de la capital, donde asistieron la primera dama, Michelle Obama, y el vicepresidente Joe Biden, entre otras personalidades.
Según afirmó Obama, en todo el mundo «la libertad religiosa está amenazada» y hay gobiernos que participan en actos de «discriminación y violencia contra la fe».
Los países que no respetan derechos como el de la libertad religiosa «siembran las semillas amargas de la inestabilidad, la violencia y el extremismo», alertó el mandatario.
En ese sentido, Obama comentó que cuando se reúne con los líderes chinos siempre hace hincapié en que la realización del «potencial» de ese país debe basarse, entre otros aspectos, en la defensa de los derechos universales, incluidos los de «los cristianos, los budistas tibetanos y los uigures musulmanes».
Asimismo, «el retorno de Birmania a la comunidad internacional depende del respeto a las libertades básicas, incluidas las de cristianos y musulmanes», añadió.
Caso Nigeria
Obama citó también el caso de Nigeria, donde sus mezquitas e iglesias «merecen» estar en paz y «libres del terror», así como los «esfuerzos» de su Gobierno para proteger a las minorías religiosas en Sudán y Sudán del Sur.
También urgió a no olvidar a los «estadounidenses de fe» que son «perseguidos» en la actualidad y mencionó a Kenneth Bae, un misionero y guía turístico retenido en Corea del Norte desde noviembre de 2012.
«Su familia lo quiere en casa y Estados Unidos continuará haciendo todo lo posible para lograr su liberación, porque Kenneth Bae merece ser libre», prometió Obama.
Bae fue arrestado en noviembre de 2012 y condenado el 30 de abril de 2013 por el Tribunal Supremo norcoreano a 15 años de trabajos forzados por violar el artículo 60 de la Constitución del país, lo que implica un delito con el objetivo «de derrocar al régimen».
Obama también tuvo palabras para el pastor Saeed Abedini, quien lleva más de 18 meses retenido en Irán y ha sido condenado a ocho años de prisión «por cargos relacionados con sus creencias cristianas», y volvió a pedir al Gobierno de Teherán que lo libere.
Tras proclamar que la religión «fortalece» a Estados Unidos, Obama adelantó que tiene muchas ganas de realizar su visita programada para finales de marzo al Vaticano, donde se reunirá con el papa Francisco.
Agencias