A partir de este lunes, Venezuela pasó a tener tres tipos de cambio oficial con la entrada en vigencia del Sistema Cambiario Alternativo de Divisas, Sicad II, un nuevo mecanismo cambiario basado en la oferta y demanda de moneda extranjera, que complementa otros dos esquemas existentes y que en la práctica implica una devaluación de hasta el 500%.
El Sicad II establece una tercera cotización para el dólar en el marco del estricto control de cambios que existe desde hace más de una década en Venezuela y que limita la posibilidad de adquirir divisas extranjeras a ciudadanos y empresas.
Aunque el gobierno no reconoce la existencia de un mercado negro, algunos analistas estiman que con el nuevo sistema se buscará reducir la diferencia entre el dólar oficial y el paralelo, para así abatir el comercio ilegal y mejorar el acceso a la moneda extranjera.
Para adquirir divisas a través del Sicad II, será necesario cumplir con una serie de requisitos, como tener una cuenta en dólares en Venezuela. Tanto los compradores como quienes oferten, deberán realizar una declaración jurada sobre el origen y destino del dinero, y eventualmente tendrán que presentar documentos que comprueben que los fondos son lícitos.
El Banco Central de Venezuela (BCV) definirá un rango de cotizaciones para determinar quiénes recibirán dólares y podrá intervenir para evitar fluctuaciones bruscas en el sistema, así como deberá publicar el tipo de cambio promedio de las operaciones en su portal web.
Momentos de tensión
En el anterior sistema principal de cambios Cadivi -ahora integrado en el Sicad- el dólar se cotiza en 6,30 bolívares por dólar pero está limitado a ciertos productos y servicios de primera necesidad, como alimentos y medicinas.
Además, desde principios de año entró en vigencia el primer Sicad, que estableció una cotización variable en torno a los 11 bolívares por dólar.
El corresponsal de BBC Mundo en Venezuela, Daniel Pardo, destaca que en estos momentos de tensión política en el país, la noticia del nuevo tipo de cambio ha generado molestia e insatisfacción, sobre todo entre aquellos que más critican al gobierno.
«Muchos aseguran que el salario mínimo, a esta tasa, dejó de ser uno de los más altos de América Latina, lo que demuestra que la capacidad adquisitiva de los venezolanos es actualmente muy baja», asegura.
«Esto, sin embargo, le permitirá al gobierno -que controla la mayor fuente de dólares en el país, Petróleos de Venezuela (PDVSA)- tener muchos más bolívares por cada dólar y así aumentar el gasto público y atacar problemas como la escasez», finaliza Pardo.