Los cubanos se han acostumbrado a vivir con la escasez. Jabón, papel higiénico y hasta la cerveza nacional Cristal: esos son algunos de los productos básicos que recientemente han dejado de estar a la venta.
Las calles se llenan de rumores cada vez para hallar una explicación (la fábrica está contaminada, el Estado no podía pagar a sus proveedores) hasta que los productos vuelven a aparecer silenciosamente en las estanterías.
Pero una cosa que se podía estar bastante seguro de encontrar eran condones: hasta ahora.
«Están perdidos», comentan un grupo de mujeres mientras esperaban en un parque de La Habana el autobús para ir a sus casas.
«Es cierto. ¡Incluso Yordany se quedó sin y él siempre tiene!, una de ellas bromea sobre un colega.
Un paquete de tres condones, fuertemente subsidiados en el servicio de salud pública, por lo general cuesta un peso cubano (US$0,04).
Pero una de las mujeres se queja de que trató de abastecerse recientemente en la farmacia y no tuvo suerte.
«¡Tranquilito, hasta que haya!», se ríe su amiga. «¡O tomar una ducha fría!»
El problema parece ser generalizado.
Pasó casi un mes desde que el periódico sindical Trabajadores reportó su escasez en la provincia de Santiago de Cuba, en el este del país.
Farmacias y cafeterías estatales, que venden preservativos, llevaban casi tres meses sin ellos.
«Nos genera a nosotros una gran preocupación, entre otras cosas por el nivel de infección de enfermedades de transmisión sexual y el VIH/sida», señaló el periódico al informar que estaban en aumento.
Luego vino Villa Clara, donde el diario Vanguardia tituló «Ausencias Peligrosas», citando la falta total de condones.
Esto sucedió, advirtió el periódico, a pesar de un ligero aumento de los casos de sífilis en la región este año y la terminación de decenas de embarazos no planeados cada día.
En un tono más ligero, Vanguardia sugirió que los jóvenes de Villa Clara prestarán atención a métodos de protección alternativos.
Los antiguos egipcios usaban una tripa de animales anudada en un extremo, señaló el diario y agergó: «Ante la escasez , valen todas las iniciativas».
«La provincia se vio gravemente afectada», afirma Ramón Silverio, director del centro cultural El Mejunje en Santa Clara, la capital provincial.
«En el pasado, a algunos farmacéuticos aquí o allá se les acabaron, pero no recuerdo nada como esto. Durante al menos dos semanas no se pudo encontrar condones en ningún lugar en la ciudad», aseguró en una entrevista telefónica.
Inundado de solicitudes, Silverio se encargó de buscar a un farmacéutivo de un pueblo a unos 30km que todavía tenía y trajo condones de a la ciudad.
La explicación oficial
Según medios estatales, un importante envío de condones chinos «Momentos» llegó con fecha de vencimiento de 2012.
Sin embargo, según el fabricante –y confirmado por los controladores de calidad de Cuba– en realidad eran válidos hasta 2014. Su vida útil era de cinco años, no de tres.
Así que pusieron gente con la incómoda tarea de cambiar la fecha en cada paqueta. Al ser un proceso lento con respecto a la demanda, las estanterías de las tiendas comenzaron a vaciarse.
Lo que no se explica es por qué se tardó tanto tiempo en iniciar el proceso de reetiquetado si, como dice Vanguardia se detectó el error en la fecha en 2012.
Y ahora hay problemas de abastecimiento en La Habana.
En el céntrico barrio del Vedado, ni las tres farmacias ni las tres cafeterías estatales visitadas al azar por la BBC tenían preservativos a la venta.
En todas ellas dijeron que «hacía un tiempo» que ya no tenían.
El farmacéutico de la Farmacia 19 y 6 le dijo a la BBC que llevaban un mes sin recibir un envío.
En la cercana Playa, la farmacéutica tenía folletos sobre sexo seguro en el mostrador, pero había vendido sus últimos condones esa mañana.
A pocas calles de distancia otra tenía «unos pocos» a pesar de que el miércoles es día de entrega de todos los suministros para farmacias.
El personal en el Café Hatuey de al lado dijo que se quedaron sin preservativos hace seis semanas.
En el pasado, este tipo de cafés ponían los condones en sus pizarras junto al precio de refrescos y pan con lechón.
La educación sexual en las escuelas cubanas comienza temprano y los cubanos no son tímidos de abordar el tema.
La entrega de preservativos en eventos públicos son bastante comunes y las consultas médicas están cubiertas con carteles anunciando el mensaje de sexo seguro.
Así que hay gran demanda de preservativos.
«Las campañas de concienciación sobre el VIH/sida tuvieron un gran impacto en particular», explica Yadira Alvarez, especialista del Centro de Educación Sexual (Cenesex), quien asegura que la escasez de preservativos es «una gran causa de preocupación».
«Hasta ahora la situación ha sido bastante estable. Precisamente esta situación (la escasez) genera un timbre de alarma por que uno se da cuenta realmente de cuanto falta le hace el aire cuanto empieza a sentir falta de aire».
Silverio dice que en Santa Clara la situación ha mejorado. Y a pesar de los continuos problemas en La Habana no hay pánico.
«No son sólo los condones, todo desaparece aquí», explica Pipo y dice que, por ello, la mayoría tiene reservas en casa.
«Uno consigue cosas mientras puede», dice encogiéndose de hombros.
Los medios estatales dicen que el Ministerio de Salud ordenó a las farmacias vender los preservativos «Momentos» sin el cambio de etiqueta e informar a los clientes del error.
Poner eso en práctica llevará tiempo. Pero uno de los farmacéuticos visitados por la BBC a principios de esta semana recibió un envío y pude comprar un paquete de «Momentos» sin ningún problema.
El farmacéutico no mencionó la fecha de validez. El paquete tenía fecha de vencimientro: abril 2012.
Si se le añaden dos años, sirven como mucho una semana más.