Los dos viajan acoplados a un mecanismo especial que los mantiene sujetos durante el lanzamiento, y tres horas y 44 minutos después del despegue
La Agencia Espacial Europa (ESA) lanzó ayer con éxito los dos nuevos satélites Galileo que van a permitir formar con los otros dos que ya están en órbita la primera mini-constelación operativa de ese sistema de navegación europeo, con la que validar su funcionamiento y prestaciones.
El lanzamiento, desde un cohete Soyuz, tuvo lugar a las 18:15 GMT desde el Centro Espacial Europeo de Kurú, en la Guayana francesa, y está calificado por la ESA como un hito en el programa, ya que hará posible calcular una posición sobre el terreno utilizando únicamente la señal de satélites Galileo.
Los dos primeros satélites se lanzaron en octubre del año pasado y, según la ESA, con el cuarteto ahora resultante se comprobará tanto en el espacio como en la Tierra el diseño del sistema Galileo, alternativo al GPS estadounidense y al Glonass ruso, pero compatible con ellos.
Estos dos nuevos satélites son los primeros en transportar antenas de búsqueda y salvamento, que posibilitarán en un futuro determinar la posición de aeronaves y embarcaciones en peligro.
Los dos viajan acoplados a un mecanismo especial que los mantiene sujetos durante el lanzamiento, y tres horas y 44 minutos después del despegue, cuando alcancen la altitud programada de 23.222 kilómetros sobre la superficie terrestre, serán separados y empujados a los lados en direcciones opuestas.
Para determinar con precisión una posición sobre el terreno, tal y como informa la ESA, se necesitan como mínimo cuatro satélites: tres para fijar la latitud, longitud y altitud del usuario, y el cuarto para proporcionar una referencia temporal.
Durante esta primera fase de Validación en Órbita (IOV, por sus siglas en inglés), que durará hasta septiembre del año que viene, se evaluarán las prestaciones tanto de los satélites como de las infraestructuras terrestres, y sus resultados prepararán el camino para desplegar el resto de la constelación.
Para finales de 2014 se espera contar con unos 18 satélites en órbita que permitirán comenzar los servicios públicos, y el Galileo completo, estado previsto para 2018, estará compuesto por un total de 27 satélites operativos y otros tres de reserva, distribuidos en tres planos orbitales a esa altura de 23.222 kilómetros.
La ESA ha optado por esa distribución, a razón de diez satélites por plano orbital, porque con ella estima que hay “una probabilidad muy alta”, del 90 por ciento, de poder ver un mínimo de cuatro satélites en cualquier momento y lugar, cantidad considerada suficiente para determinar con precisión la posición del usuario.
Cuando esos 30 satélites se encuentren en órbita, tal y como explica la ESA, se habrá alcanzado la capacidad final de operaciones, y el sistema estará preparado para ofrecer plenamente sus servicios de posicionamiento a usuarios de todo el mundo.
Agencias