Manuela Pérez, madre de Adriana Urquiola, cuestiona públicamente los cambios de apariencia física de quien disparó en contra de su hija en medio de una barricada colocada en Los Nuevos Teques
“Solo soy una madre y abuela que exige justicia”. Así se presenta a través de un video colgado en Youtube Manuela Pérez, madre de Adriana Urquiola, intérprete de señas de Venevisión que falleció tras ser alcanzada por una bala cuando intentaba esquivar una barricada colocada en Los Nuevos Teques, en hecho registrado el 23 de marzo del 2014.
A más de dos años del asesinato de la fémina que estaba embarazada, muchos son los obstáculos que ha tenido que sortear su progenitora para alcanzar la anhelada justicia. Primero vivió la odisea de que fuera capturado y cuando al fin su sueño se materializó, vivió al menos 10 diferimientos de audiencia de presentación, hasta que pudo verle el rostro frente a frente al asesino confeso de su hija.
Entonces iba por la pena máxima y aunque el caso parecía estar blindado, una dosis de realidad la golpeó cuando escuchó que la condena para Yonny Bolívar, atrapado por la Interpool en Colombia tras permanecer más de un año prófugo de la justicia, era de 17 años, un mes y 20 días de prisión.
Empeñada en que pagara 30 años, Manuela sigue en su lucha y a un año de la captura del asesino, reseña que siguen registrándose irregularidades. “No estoy señalando a ningún funcionario, pero solo quiero que alguien me explique dónde está realmente este señor que no se presentó en la audiencia de apelación correspondiente al 30 de mayo y nadie sabía donde estaba”.
–Luego salieron con que está en San Félix, estado Lara, sin embargo, no tenemos la boleta de traslado y aunque no pido una invitación a la prisión para visitarlo, sí solicito que se reanude el proceso y se haga el nombramiento del juez que asumirá el reto, luego del fallecimiento de quien llevaba la causa.
Igual suspicacia le genera a Pérez los cambios físicos de Bolívar, quien ha perdido entre 25 y 30 kilos. “Es notorio que se ha sometido a algún tratamiento estético en su rostro e incluso se ve bronceado, delatando los beneficios de los que sigue gozando (…) Hay muchas dudas que me gustaría que me respondieran, pero temo que llegue mi hora y no encuentre esas respuestas y mi vida se haya desvanecido entre dudas y rumores y este hombre siga suelto cometiendo fechorías impunemente”.
Johana Rodríguez
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