El animador le habría pedido a su hija que colgara en sus redes una foto que desmintiera su rompimiento familia. Pero ello no ha sucedido hasta ahora…
A raíz de lo publicado el domingo pasado en esta misma columna, donde informamos de manera veraz que su hija Dulce Vallenilla fue despedida del canal socialista que preside por estar relacionada sentimentalmente con un opositor, específicamente con el actor Daniel Terán, nos llegan nuevas informaciones de muy buena fuente y se nos asegura que no solo la botó, sino que también le quitó el apartamento donde vivía, pero el cuento no llega hasta allí…
El progenitor de la actriz y animadora Dulce Vallenilla, el señor Winston Vallenilla Jr., supuestamente le envió a su hija un mensaje por medio de familiares, -ya que en estos momentos la comunicación de ambos se encuentra rota-, para exigirle o “aconsejarle”, que colocara en sus redes sociales una foto que sirviera para desmentir lo informado por esta columna, hecho que no ha sucedido hasta la fecha, y se me informa que dudan que se produzca, ya que la noticia de su despido del canal «socialista y pluralista” Tves, que él preside, es totalmente cierta. También se me informa de manera fidedigna, que se le pidió lo desocupara el apartamento donde residía la referida actriz y animadora, propiedad de su padre. Es decir, la dejó sin trabajo y sin techo, por el solo hecho de tener una relación sentimental con el actor Daniel Terán, quien no comulga con este llamado proceso revolucionario. En 15 años de trayectoria en los medios impresos, nunca he dado una información falsa y siempre he tenido como premisa el respeto al lector, a la ética y los valores inculcados en el hogar. Resulta inaudito que se me trate de desmentir de esta forma, en vez de rectificar en el error y buscar una solución favorable con su hija. En los sentimientos no se manda, y cada quien es libre de amar a quien quiera. El concepto de “familia” que tiene Winston Vallenilla, y el cual profesa y ha sido bandera en su dilatada carrera en los medios, es totalmente diferente al que maneja este redactor, pero le respeto su criterio del significado que tiene para él esa palabra, pero repudio sobremanera, que se me trate de desmentir, y manchar mi credibilidad de esa forma tan cobarde y hasta cruel. Uno debe ser responsable de sus actos y yo soy de los míos, cada quien debe ser de los suyos y asumirlos, porque la vida da oportunidades de rectificarlos y en esta época de unión que encierra la Navidad, esa debería ser su premisa. El consejo va de gratis, porque siempre he apostado a la suma, y no a la resta. ¡Feliz Navidad, familia! Y nuevamente gracias a todos por leerme.
Diego Kapeky