El Duelista
La obra El Duelista, original del maestro Federico Pacanins, en su pre-estreno, que se llevó a cabo los días 13 y 14 de mayo en el Teatro de La Asociación Cultural Humboldt, en el cual pudimos apreciar una puesta en escena de un espectáculo con una calidad inmejorable, destacando el conocimiento y el oficio de hacer las cosas bien hechas.
Federico Pacanins nos muestra una excelente recuperación histórica cuando nos presenta su comedia El Duelista, un trabajo de investigación sobre la vida del Dr. José Gil Fortoul, quien nació en Barquisimeto el 25 de noviembre del año 1861 y falleció en Caracas el 15 de junio de 1943.
Gil Fortoul fue un escritor, historiador, político y miembro del positivismo venezolano, siendo unos de los más aguerridos defensores de la dictadura de Juan Vicente Gómez, al punto que fue designado por este como presidente provisional de Venezuela en el año de 1913.
Le corresponde al veterano actor José Tomás Angola encarnar el personaje de José Gil Fortoul, logrando identificarse con el que logra definir claramente la difícil personalidad y su intelectualidad, manejado una excelente conducción de su maravillosa condición histriónica en el desarrollo de tan difícil puesta en escena, obteniendo captar la esencia del personaje desde el mismo momento que comienza su interrelación con Candelaria, muchacha de servicio, personaje interpretado por Sandra Yajure, quien pone de manifiesto su deseo de darle vida, y cumplir con la seria responsabilidad de crear una muy íntima e interesante relación escénica con el resto de los personajes y facilitar una connotación muy definida para captar la atención del público en su ladino personaje.
Especiales las escenas con las apariciones fantasmales, como lo define el mismo Pacanins, del padre Carlos Borges, sacerdote e intelectual y también defensor del régimen gomecista, después de haber estado preso por cuatro años por haber dado vivas a Cipriano Castro cuando fue derrocado por Juan Vicente Gómez, personaje complejo y de una importancia necesaria en la vida de José Gil Fortoul. Para darle vida a tan místico personaje fue escogido el actor Salvador Pérez, logrando una muy acertada caracterización de tan disímil personaje; y de Valentina Garrido caracterizando a Lola, una bella e inspiradora dama que tuvo mucha importancia en el sentimiento del padre Borges y del mismo Gil Fortoul.
Para concluir, nos parece interesante reproducir la parte final de la nota de prensa recibida en nuestra mesa de trabajo, la cual nos dice:
“La obra ofrece historia, música, romance, versos, galanteo, picardía criolla, un duelo de espadachines en escena y, sobre todo, la atmósfera y el retrato de una generación de intelectuales de comienzos del siglo XX, capaz de vivir con cierta graciosa plenitud, a pesar de encarar circunstancias no del todo favorecedoras”.
La producción ejecutiva y la dirección escénica fue un excelente trabajo de Federico Pacanins.
En el montaje pudimos observar una escenografía minimalista, realizada con un gusto exquisito y que permite al espectador incorporarse de inmediato a principios del siglo XX, lo cual es acompañado de un vestuario de un gusto de mucho valor artístico. Apreciamos una iluminación a tono con la puesta en escena, lo que permite clasificar la producción como muy apegada a lo que vimos en el escenario. Igualmente debemos reconocer la música escogida para ubicar el tema que se trataba en el escenario.
En fin, apreciamos, en toda su esencia, una de las mejores puestas en escena de nuestro teatro venezolano, lo cual nos permitió entender el desarrollo de una época y las características de la misma. Creemos que su montaje, aún dentro de una comedia, logra un alcance profesional y didáctico como lo visto en el duelo.
La ficha técnica
Vestuario: Fabiola Neri. Iluminación realizada por Manuel Troconis. Escenografía: Freddy Belisario. Maestro de esgrima: Renny Rivero. Arte Gráfico: Daniel Jiménez. Asistencia de Producción: Steffani Hernández. Dirección Musical: Sandra Yajure. Producción general: Carlos Silva.