El anuncio del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de que a partir del 4 de junio entrará en vigor una reconversión monetaria con la que se le quitarán tres ceros al bolívar también enfrenta a los ciudadanos del país caribeño.
En un recorrido por diversas zonas de Caracas, Efe comprobó que los simpatizantes del actual presidente respaldan la decisión anunciada este jueves, que también acarrea un nuevo cono monetario, mientras que la gente ubicada en un espectro ideológico distante del chavismo la rechazan.
El miembro del colectivo chavista La Esquina Caliente, Aquiles Navarro, de 57 años, calificó la decisión de Maduro como «bastante positiva» porque a su juicio «dará un nuevo comienzo desde cero puesto» que los tienen «bloqueados económicamente».
Navarro manifestó su apoyo a los argumentos gubernamentales y por los cuales Venezuela pasa por apuros financieros y de escasez de productos médicos y alimenticios y aseguró que el país se ve afectado por las sanciones económicas internacionales impuestas por, entre otros, Estados Unidos.
«Teníamos que liberarnos de alguna manera, al pueblo venezolano no lo van a doblegar en ningún momento, ni por hambre ni por todas las informaciones tergiversadas que sacan en cualquier parte del mundo. Este cono monetario por supuesto que nos va a favorecer», afirmó.
El publicista John López defendió que, gracias a la decisión de Maduro, se conseguirá el dinero en efectivo «que lo han venido desapareciendo» de la «sociedad venezolana».
El jefe del Ejecutivo defiende que la falta de billetes en el país se debe a, entre otros motivos, «mafias» que lo acaparan para desestabilizar a la población, para que se vuelva en contra de su Gobierno.
López asegura que con la maniobra de Maduro «los bancos también se van a ver en la necesidad de poner a circular los billetes que ya se están viendo bastante» y que el «problema» de la falta de efectivo «va a quedar resuelto este año».
Sin embargo, desde el otro lado del espectro político se achaca la decisión del mandatario a su intento de frenar el alza desbocada de los precios de los productos, que postra a Venezuela desde hace varios años y que ahora se ha convertido en hiperinflación.
Según el Parlamento, de mayoría opositora, la inflación cerró en 2017 por encima del 2.600 %, cifras que facilitó ante la falta de datos del Gobierno.
«No hacen nada con reducir (los ceros de la moneda), aquí lo que tiene que agarrar es en verdad controlar la hiperinflación que estamos viviendo, medicamentos, comida. La inflación nos está comiendo y esto es horroroso», declaró Lorena Duque a la salida de un supermercado.
Duque sostuvo que las decisiones del jefe del Ejecutivo se centran en su «afán (…) de locura» y que «quiere es agarrar y a las empresas privadas desaparecerlas para que uno dependa solamente de ellos y de las dádivas que ellos dan».
«Para mí es una decisión muy, pero muy errónea», sentenció.
En parecidos términos se expresó Juan Carlos Rangel, quien defendió que con esta medida «hay más devaluación» en el país.
«El presidente Maduro no supo ni cuándo sacó los billetes nuevos (…) no los alcanzó a conocer bien. Porque ya también los eliminó», comentó sobre el actual cono monetario, que se dio a conocer en enero de 2017.
Maduro anunció este jueves que la decisión de quitarle tres ceros a las moneda y de aprobar un nuevo cono monetario la tomó para hacer frente a la «guerra económica de persecución financiera», que asegura que sufre su Gobierno y que dice que está dirigida desde Colombia por el presidente Juan Manuel Santos, con ayuda del diputado opositor Julio Borges.
Con esta decisión, desde el 4 de junio Venezuela tendrá dos monedas de 0,5 y 1 «Bolívar Soberano» y ocho billetes de 2, 5, 10, 20, 50, 100, 200 y 500 bolívares.
Según la última subasta de Divisas Complementarias (Dicom), el precio de un dólar es de 49.714 bolívares, por lo que esta tasa con la misma reconversión de tres ceros dejaría el valor del billete de 500 bolívares soberanos en 10,06 dólares. EFE