Martrín Gutiérrez es el nombre de uno de los más grandes atletas deportivos venezolanos de la primera década del siglo XXI, quien tras haber conseguido ser el mejor de los mejores en su disciplina años atrás, hoy día se encuentra en Estados Unidos, comenzando desde cero, buscando nuevas y mejores oportunidades de vida.
En 2001 fue el mejor de tiro olímpico en Suramérica, coronándose como triple campeón y ungido en oro del continente, y tras varias victorias en los juegos Bolivarianos y Centroamericanos, consiguió ser el primer venezolano en pasar directo a los Juegos Panamericanos de Toronto 2015. Hoy día, forma parte de uno de los tantos talentosos venezolanos que mezclan cemento y doblan cabillas, en el área de la construcción.
Tras la diáspora venezolana ocurrida de manera contundente durante los últimos años por la crisis que atraviesa el país, muchos de los migrantes son menores de 30 años de edad con grandes capacidades en distintos ámbitos profesionales, que terminan ejerciendo cualquier trabajo disponible para poder ingresos que les permita mantenerse y ayudar a sus familiares que no pudieron salir por distintas razones. Entre todo ese grupo de profesionales, también hay deportistas de alto nivel de rendimiento que han tenido que partir por no tener una postura política alineada al Gobierno de turno en Venezuela.
El campeón de tiro olímpico narra desde su experiencia, que él tuvo que irse por no estar de acuerdo con las fraudulentas políticas del Ministerio para el Deporte, en el que son los mismos deportistas quienes han sido los responsables de sus propias carreras para llegar a conseguir preseas en representación del país. “Es una desidia por parte de ellos, y luego los ves diciendo mentiras a la gente, haciéndoles creer que la generación de oro ha sido lograda por ellos y nunca ha sido así”, manifiesta el deportista acerca de los encargados oficialistas de los entes públicos relacionados al ámbito deportivo.
Recientemente, la representación criolla se ubicó en el tercer puesto de los Juegos Suramericanos de Cochabamba con 157 medallas (43 de oro, 59 de plata y 55 de bronce), y también podrían pasar por el mismo resultado de los venezolanos que quieren surgir, irse del país por una mejor calidad de vida. Martrín sostiene que Venezuela tiene un grandísimo talento y son millones de diamantes que están regados por el mundo, y siente un profundo dolor por tener que enterarse de las humillaciones que pasan, sin embargo, se enorgullece de ver que sacan fuerzas para no desistir y poder salir adelante, pese a los cambios que tienen que enfrentar, tal como los que le sucedieron al momento de él haber partido a tierras extranjeras.
Hoy día, Martrín Gutiérrez alza su voz para hablar desde su experiencia acerca de lo que significa emigrar, despedirse de la tierra que amas, guardar en un baúl mental todos los logros que alguna vez fueron un sueño hecho realidad y ahora solo son un recuerdo. demostrar, que Venezuela no necesita de figuras políticas para lograr sus sueños y que pueden hacer lo que sueñan a través de sus propios esfuerzos, pues la función del Poder Político, solo se basa en que las condiciones del país nunca desmejoren.
Nota de prensa