Jorge Márquez Escandela, de 51 años, natural de Santa Bárbara de Zulia, decidió aventurarse a cruzar la frontera con Brasil en agosto pasado, no como han hecho cientos de miles de migrantes en el último año a raíz de la crisis nacional, sino como narcomula, así lo publicó El Pitazo.
Según narró un informante, Márquez llevaba cuatro meses atravesando problemas económicos y familiares que lo conllevaron a tomar la decisión de viajar a la nación hermana con 80 envoltorios de cocaína en su barriga a comienzos de agosto. Del lado brasileño un cartel de la droga lo esperaría para pagarle en dólares.
Con el dinero obtenido de las mafias, aspiraba a regresar a Venezuela para arreglar su vehículo y subsistir con otros negocios. Pero su historia cambió de manera drástica a raíz de la imposibilidad de expulsar los dediles del alcaloide.
El viernes 31 de agosto una cuñada, en compañía de su segunda esposa, recibió un correo electrónico de la embajada de Venezuela en Brasil en el que corroboraban que Jorge no sólo estuvo detenido, vigilado en un hospital hasta que botase la droga, sino que había muerto el 27 de agosto en un hospital por una fuerte complicación gastrointestinal.
Allegados de Márquez dijeron que, en efecto, obtuvo un boleto aéreo con destino a suelo brasileño, pero desde principios de agosto desconocían su paradero. La situación mantenía a la familia preocupada, pues éste había dicho que iba a un trabajo formal y honrado y que enviaría remesas.
“Nos llegó información de su hijo mayor que está en España, diciendo que su padre estaba detenido en Brasil por tráfico de drogas”, dijeron allegados. Esta información movilizó a la familia en busca de respuestas por lo que, en un primer contacto con las autoridades de ese país, conocieron sobre la detención de Márquez el pasado 8 de agosto.
Complicación intestinal
“Al parecer Jorge Márquez Escandela fue a cumplir con la entrega de la encomienda a las mafias que lo esperaban en el otro país, pero en vista de que no lograba expulsar el alijo por vía rectal ni oral y se complicaba más, lo dejaron cerca de un hospital para que los médicos lo intervinieran”, contó un informante que solicitó mantener su identidad en reserva por temor a represalias.
Una vez las autoridades policiales brasileñas confirmaron, con una placa de rayos X, que se trataba de una narcomula, lo dejaron en custodia en un centro de salud. Desde ese momento comenzó su doloroso camino hacia la muerte.
Según el parte médico, lograron sacarle parte de los envoltorios, pero como algunas bolsitas se rompieron dentro del organismo por la acción de los jugos gástricos derivó en una serie de complicaciones estomacales que quebraron el sistema digestivo y respiratorio. “Murió de un paro cardíaco”, reza el registro médico.
En el correo electrónico que recibió la familia de Márquez Escandela se precisa que el 27 de agosto, tras dos semanas de mantenerlo en hospitalización y pasar por cirugía de emergencia, éste no resistió la sobredosis y el rechazo del organismo a los alcaloides y falleció.
“Era un hombre que sufría de la tensión, diabetes y sobrepeso”, lamentó un amigo del municipio Colón en Zulia. Era el mayor de cinco hermanos y procreó tres hijos de dos uniones sentimentales.
El primero de sus descendientes fue producto de la unión con una mujer de origen dominicano que, al parecer, está en España y también estuvo preso por el mismo delito.
Los otros dos hijos son del segundo matrimonio con una peluquera. Su última residencia se localizaba entre las calles 10 y 11 en San Carlos del Zulia, en la comunidad Andrés Eloy Blanco de Santa Bárbara del Zulia, donde era conocido como trabajador y hombre de familia.
Su última ocupación fue taxista, aunque debido a que la unidad se le dañó y no la pudo recuperar por falta de repuestos habría seguido la propuesta de su hijo mayor de abordar una ruta del narcotráfico hacia Brasil.
El Pitazo conoció que los familiares están movilizándose con las autoridades de Brasil para repatriar los restos y darle sepultura en el cementerio José Gregorio Hernández.
Fuente: El Pitazo