El enviado especial de EEUU para Venezuela, Elliott Abrams, viajará esta semana a España y Portugal para tratar con las autoridades “el deterioro de la situación” en Venezuela y la necesidad de una “transición” política hacia “elecciones libres y justas”, informó este lunes el Departamento de Estado.
Abrams estará en Lisboa y Madrid entre el martes y el jueves, dijo la fuente, que no especificó el contenido de su agenda. “Estados Unidos, Portugal y España apoyan una transición guiada por los venezolanos hacia unas elecciones justas y libres”, señaló el breve comunicado del Departamento de Estado.
“Estados Unidos está comprometido a respaldar la restauración de la democracia en Venezuela, como se señala en su Constitución y a través de las acciones del presidente interino Juan Guaidó y la Asamblea Nacional”, agregó sobre el líder opositor venezolano a quien Washington reconoce desde enero como mandatario legítimo de ese país después de que se juramentara como tal.
Desde entonces, Guaidó ha ganado el reconocimiento de 54 países, entre ellos la mayoría de los Latinoamérica y de Europa. No obstante, otras grandes potencias, como China y Rusia, han mantenido su respaldo a Nicolás Maduro, a quien consideran el presidente legítimo del país.
A mediados de marzo, Abrams confirmó que mantuvo “conversaciones” con las autoridades españolas sobre la posibilidad de que España acogiera a funcionarios venezolanos que decidieran desertar y abandonar a Maduro.
“Hemos tenido algunas conversaciones con España, pero yo no diría que nosotros hemos hecho una petición, y ellos han dado una respuesta. Definitivamente hemos tenido conversaciones, las hemos tenido con ellos (España) y con un par de otros lugares”, señaló entonces el funcionario estadounidense.
La Administración del presidente Donald Trump redobló el pasado viernes su presión contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro al imponer sanciones contra dos empresas y 34 cargueros dedicados al transporte de petróleo desde Venezuela a Cuba.
En un acto en Houston (Texas), en el que dio a conocer estas sanciones, el vicepresidente, Mike Pence, aseguró entonces que EE.UU. seguirá ejerciendo “toda la presión económica y diplomática” contra el Gobierno de Maduro e insistió en que “todas las opciones están sobre la mesa”, incluida la militar, para lograr la salida del presidente venezolano del poder.
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