Kelvin Zabala Bermúdez, de tres años, murió el pasado sábado, de acuerdo con el reporte de médicos de la Clínica Angloamericana, en Lima
La madrastra del niño venezolano de tres años que falleció en Perú producto de un paro respiratorio, como consecuencia de una fractura en el cráneo, aseguró que ella no mató al menor.
El chiquillo, identificado como Kelvin Zabala Bermúdez, murió el pasado sábado, de acuerdo con el reporte de médicos de la Clínica Angloamericana, en Lima. Por este hecho la Fiscalía había ordenado investigar el caso y determinar si la mujer lo golpeó o no.
“Si en algo soy culpable (es que) fui un poco imprudente. Él sí se (cayó) muchas veces, él tenía su problema en sus piernitas y en la semana tuvo varias caídas”, afirmó Vivian Mar José Malaver, de nacionalidad venezolana, a la agencia Latina, de acuerdo con la reseña del diario La República.
La fémina declaró que al despertarse por la mañana ella notó que el pequeño estaba “morado, como frío. Estaba nerviosa, yo no sabía qué hacer. Estaba como desmayado, ni se movía”.
Malaver llevó al infante en un taxi hasta un hospital, pero lo halló cerrado. Acudió al comando de la policía peruana, que diligenció el traslado del niño hasta otro centro de salud, donde no pudo ser atendido. Por eso lo trasladaron hasta la clínica, donde intentaron resucitarlo, pero falleció.
El bebé residía junto con su padre y Malaver en una habitación del asentamiento humano Nuevo Gales, en el distrito Cieneguilla, en Lima. La dama, que había sido intervenida por la policía, pero después fue dejada en libertad por la Fiscalía, había regresado al cuarto, de donde debió salir porque varias vecinas estaban dispuestas a lincharla. Salió custodiada por funcionarios policiales.
Apuntó que ella ha estado en contacto permanente con la policía. “Yo no lo maté”, reiteró Vivian Mar, destaca la reseña del caso en el portal Noticias al Día y a la Hora.