El gobierno chino se mostró cauto el viernes en cuanto a los avances para detener la propagación de un nuevo virus que ha matado a más de 2.200 personas, luego de varios días de mensajes optimistas.
El Buró Político, integrado por los máximos jerarcas del Partido Comunista gobernante, dijo que la situación en la provincia de Hubei y su capital, Wuhan, sigue siendo grave.
“Debemos comprender claramente que no ha llegado aún el punto de inflexión en el desarrollo de la epidemia en todo el país”, dijo el buró en una reunión presidida por el presidente Xi Jinping, según informó la emisora estatal CCTV.
El organismo de 25 miembros dijo que se ha “contenido preliminarmente” la epidemia y exhortó a los comités partidarios y gobiernos de todos los niveles a tomar las medidas de prevención y control sin descanso para “ganar la guerra popular contra la epidemia”.
La Comisión Nacional de Salud confirmó que en las últimas 24 horas se registraron 889 nuevos casos hasta un total de 75.465. Además, reportó 118 decesos que elevan el número de víctimas mortales a 2.236. Más allá del territorio continental chino ha habido más de 1.000 casos y 11 muertes.