Levy Benshimol R.
Las aerolíneas venezolanas no escapan a la crisis mundial que enfrenta el sector aeronáutico ocasionada por la pandemia, así lo dio a conocer Humberto Figuera, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (Alav), en nota publicada en el Boletín digital Viajes Venezuela.
La pérdida de ingresos y la descapitalización sufrida en los últimos tres meses y medio, informó Figuera, las expone y coloca en riesgo los 16 mil puestos de empleo directo que ofrecen las empresas aéreas privadas como Avior Airlines, Laser Airlines, Estelar, Rutaca y Venezolana de Aviación, así como las estatales Conviasa y Aeropostal.
Los empleos en jaque también se corresponden a los ofertados por las aerolíneas internacionales que seguían operando en el país antes de la aparición del COVID-19, como Iberia, Air Europa, Plus Ultra, Turkish Airlines, Air France, Copa, Caribbean Airlines y TAP Portugal, esta última sancionada por el gobierno venezolano en febrero con un cese de operaciones de tres meses, pero con personal operativo en el país.
El presidente de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (Alav), expone que antes de la suspensión de operaciones por la pandemia, “las líneas aéreas venezolanas compensaban las pérdidas que le generan los vuelos domésticos, por la regulación de las tarifas, con los vuelos que podían facturar en dólares al exterior y eso hacía que las operaciones se mantuvieran estables y hubiese cierta estabilidad en el sector”, pero la cesación, manifestó el presidente de ALAV, de las operaciones durante casi cuatro meses ha colocado a las aerolíneas en un panorama de contracción económica, pues no se cuentan con ingresos fijos, pero se mantienen los gastos sostenidos con el Estado venezolano, los pagos de nóminas a sus empleados y el mantenimiento de sus flotas de aviones y el pago del seguro de vuelo, aun estando en tierra.
Para Figuera, lo más importante para garantizar los puestos de empleos y la recuperación de las aerolíneas es un plan de apoyo para el sector y reglas claras por parte del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (Inac) y hacer es lo mismo que están haciendo otros países: dar unos créditos a las aerolíneas a un interés muy bajo para permitir reactivar sus operaciones; que el Estado asuma los salarios de unas nóminas determinadas; considerar el precio del combustible, así como descuentos en tasas de aterrizajes, de despegues y todos aquellos gastos que tienen que ver con la operación aérea.