El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, rechazó hoy cualquier tipo de diálogo con la oposición y acusó, por primera vez, a Estados Unidos de dirigir las protestas antigubernamentales con la complicidad de la Unión Europea (UE).
“Estados Unidos lo planea y lo dirige todo y los europeos le siguen el juego. Lo que les dicen, lo hacen”, dijo Lukashenko al reunirse con los trabajadores de la cooperativa agrícola Dzerzhinski.
Consciente de que una posible huelga general pondría contra las cuerdas a la considerada última economía planificada de Europa, Lukashenko acudió hoy otra vez a una reunión con los trabajadores estatales, ante los que volvió a enarbolar el espantapájaros de una inminente agresión occidental.
Mientras la líder opositora, Svetlana Tijanóvskaya, llamaba a primera hora del día a los trabajadores a declararse en huelga, Lukashenko intentaba por la tarde convencerles de que lo que está en juego no es su permanencia en el poder, sino la soberanía nacional.
Lukashenko denunció que en Varsovia se ha creado un “centro especial” y consideró que “no es casual” que los tanques avancen y los aviones vuelen cerca de las fronteras de Bielorrusia.
“Ellos nos montaron este lío. Y Rusia tiene miedo a perdernos. Occidente decidió de alguna forma tirar de nosotros, como vemos ahora, contra Rusia”, señaló, como informó la agencia BELTA.
Según ese plan, las potencias occidentales quieren crear un “corredor Báltico-mar Negro, un corredor sanitario integrado por las tres repúblicas bálticas, nosotros y Ucrania»
«Nosotros somos el último eslabón”, subrayó.