Durante la jornada de este jueves, el dirigente social David Uzcátegui se hizo eco de la exhortación pastoral que dio a conocer la Conferencia Episcopal para manifestar su preocupación sobre la situación dramática que vive el país y que debe ser conocida por el mundo entero.
“La Iglesia Católica ha manifestado su preocupación por las carencias de los venezolanos, el desabastecimiento y las deficiencias de servicios básicos que ya existían antes de la pandemia y que se agudizaron mucho más con esta situación.¿Y que ha hecho el gobierno? Jamás ha escuchado a la Iglesia”, destacó sobre este punto el líder mirandino.
Agregó Uzcátegui que “la iglesia nos exhorta a todos los sectores de la sociedad a escuchar y acompañar a los más vulnerables que ante la grave situación que vivimos se sienten angustiados e indefensos sin esperanzas de poder enfrentar lo angustioso de esta situación”.
Esta es la realidad que David Uzcátegui encuentra en cada recorrido por Miranda: “Los venezolanos están agobiados por esta situación, no encuentran respuestas a sus reclamos. Vemos como aquí mismo en los Teques protestan por el gas y no hay soluciones a sus exigencias.¿Qué le queda a nuestra gente? ¡cocinar en leña para poder comer!
En el corazón de Los Teques, el líder mirandino llevó adelante este jueves una nueva entrega de tapabocas. En este marco hizo hincapié en que “el país reclama a gritos un cambio de actitud de la dirigencia política, los venezolanos necesitan políticos al servicio del verdadero bien común, nuestra gente quiere ser escuchada porque vivimos las peores horas de nuestra historia”.
No tiene dudas. En cada recorrido por sectores vulnerables de Miranda la precariedad de nuestra gente está de manifiesto: “Las autoridades jamás volvieron, ni antes y menos ahora en tiempos de pandemia. Cada testimonio de cómo sobreviven a esta situación tan dura nos golpea”, infiere Uzcátegui.
Cómo mensaje final, el dirigente sostiene que “la iglesia nos exhorta a acompañar a nuestros hermanos en todos los espacios de lucha que nos permitan lograr la transformación política que todos queremos. No estamos condenados a la desidia, estamos convencidos de que debemos vivir para servir a nuestra gente”.