El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este martes un plan para proteger los bosques en el mundo que contará, según sus palabras, con todas las herramientas del gobierno estadounidense: políticas, diplomáticas y financieras, en un acto sobre Bosques y Tierra en la cumbre del clima COP26.
Biden aseguró que el plan será el primero de este tipo y, con la ayuda del Congreso estadounidense, movilizará 9.000 millones de dólares (unos 7.756 millones de euros) hasta 2030 para proteger y restaurar la biodiversidad del planeta, al tiempo que atraerá financiación del sector privado.
«Vamos a asegurarnos de que los mercados reconocen el verdadero valor económico de los sumideros de carbono naturales y a motivar a los gobiernos, terratenientes y otros implicados a priorizar la conservación», dijo.
«Estados Unidos va a liderar con su ejemplo a nivel nacional y apoyará a otras naciones con bosques y a países en vías de desarrollo a establecer y conseguir ambiciosos objetivos en la conservación y restauración de estos sumideros de carbono», añadió.
Biden subrayó que hay que atajar la deforestación de los bosques «con el mismo serio proceso aplicado a descarbonizar la economía», pues, señaló, los bosques pueden ayudar a reducir las emisiones en más de un tercio.
Proteger la tierra
En el mismo acto, durante el segundo día de la cumbre de líderes de la COP26 (que prosigue después, ya sin los dirigentes, hasta el 12 de noviembre), el fundador y presidente de Amazon, Jezz Bezos, prometió 2.000 millones de dólares (unos 1.723 millones de euros) para la protección de la tierra en África, a través de su fundación Bezos Earth Fund.
«Dos tercios de la tierra en África están degradadas, pero esto puede revertirse», afirmó.
La restauración de estos recursos, añadió, puede mejorar la fertilidad del suelo, aumentar su rendimiento, mejorar la seguridad alimentaria y el acceso al agua, crear empleo e impulsar el crecimiento económico mientras se absorbe el carbono.
El gran anuncio en la COP26, presidida por el Reino Unido, es la firma por un centenar de líderes mundiales, de países que representan 85% de los bosques del planeta, de una declaración en la que se comprometen a detener y revertir la deforestación y la degradación de la tierra para 2030.
Esa promesa, suscrita por Colombia, Indonesia, Noruega, Australia, Brasil, China, Costa Rica, la Unión Europea, Ecuador, Honduras, Guatemala, Perú, Rusia, Turquía, Uruguay, Estados Unidos o el Reino Unido, va acompañada de financiación en la presente década para frenar la regresión de las masas forestales.