Estados Unidos parece empezar a salir de la ola de coronavirus causada por la variante ómicron, revelaron los datos del miércoles.
No obstante, el número de casos sigue siendo mucho más alto que durante cualquier ola previa de contagios y las hospitalizaciones por covid-19 están en su punto máximo.
El gráfico de picos pronunciados (aumento y caída rápidos) podría seguir el mismo patrón observado en otros países afectados por esta cepa, como Sudáfrica, Gran Bretaña y Francia.
Un promedio de siete días de nuevos casos diarios alcanzó un máximo de cerca de 795.000 el 13 de enero, de acuerdo con el monitoreo realizado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Pese a que las cifras durante el fin de semana y los días festivos, como el lunes 17 de enero, muestran una menor tasa de informes de casos y deben leerse con cautela, los números ya venían descendiendo el viernes.
Los descensos más pronunciados están en los estados golpeados primero por la ola de ómicron, particularmente en el noreste, como Nueva York, Nueva Jersey y Maryland.
Por otro lado, los casos seguían aumentando aceleradamente en zonas del oeste, incluidos Nuevo México, Arizona y Utah.
Aunque ómicron se muestra más leve en la mayoría de los casos que la variante delta, anteriormente dominante, las hospitalizaciones se mantienen en un máximo de poco menos de 160.000 pacientes, en parte debido a la gran cantidad de personas afectadas y en parte debido a infecciones coincidentes.
En cuanto al rumbo que tomará la pandemia, muchos expertos, entre ellos la máxima autoridad de enfermedades infecciosas de Estados Unidos, Anthony Fauci, tienen la esperanza de que el virus pueda continuar evolucionando hacia un patógeno más frecuente pero menos grave.
Con información de AFP