A pesar de todo lo sucedido hace algunas semanas, en donde fue deportado de Australia, y por ende no vio actividad en el Australian Open, el serbio Novak Djokovic se dijo firme en su negativa a vacunarse; aunque eso le cueste no participar en Roland Garros y Wimbledon.
Además, el número uno del mundo sigue dolido por su deportación el mes pasado por una disputa sobre su estatus de vacunación que ha polarizado a la opinión mundial.
En una entrevista con la televisora británica BBC el martes, el ganador de 20 torneos del Grand Slam, señaló que todavía no se ha vacunado y que está dispuesto a sacrificar títulos por seguir así.
Si fuese necesario, no defender sus cetros en Roland Garros y Wimbledon y perderse otros torneos es «el precio que estoy dispuesto a pagar», afirmó el tenista serbio de 34 años en unas declaraciones que posiblemente reforzarán su estatus de héroe entre algunos antivacunas.
Djokovic dijo que no está en contra de las vacunas y trató de distanciarse de los activistas: «Nunca he dicho que forme parte de ese movimiento», afirmó.
Pero apuntó que «todo el mundo tiene derecho a elegir, a actuar o a decir lo que considere apropiado para ellos» y que cree en «la libertad de elegir lo que pones en tu cuerpo. Y, para mi, eso es esencial. Intento estar en sintonía con mi cuerpo todo lo posible», apuntó, añadiendo que siempre ha sido cuidadoso con todo lo que ingiere. «Basándome en toda la información que recibí, decidí no ponerme la vacuna a día de hoy».
«Entiendo las consecuencias de mi decisión», declaró. «Entiendo que al no estar vacunado, hoy en día no puedo viajar a la mayoría de los torneos».
Preguntado por si estaría dispuesto a perderse el Abierto de Francia en mayo, repitió: «Ese es el precio que estoy dispuesto a pagar». Y ante la cuestión de si está listo para no participar en Wimbledon, respondió: «Sí. Los principios de decisión sobre mi cuerpo son más importantes que cualquier título o cualquier otra cosa», apuntó.
En Francia, las normas de vacunación podrían cambiar en los meses previos a Roland Garros, lo que permitiría la participación de Djokovic en el torneo. El país ha empezado a suavizar algunas de sus restricciones sanitarias y de viaje mientras se recupera de un importante repunte de las infecciones impulsado por la variante ómicron del coronavirus, más contagiosa que sus predecesoras.
El gobierno francés dijo la semana pasada que a finales de marzo o principios de abril podría eliminar el requisito de vacunación que, en este momento, impediría la participación de los tenistas no vacunos en el torneo.
A partir del martes, una persona que no esté vacunada tendrá que demostrar que dio positivo al Covid-19 en los cuatro meses previos (frente al plazo anterior de seis meses) para acceder a recintos deportivos en Francia. La ley gala, que parte de la base de que si lo que acaba de pasar tendrá cierta protección, busca impedir el acceso de la gente sin vacunar a estadios, restaurantes, bares y otros lugares públicos.
Djokovic anunció previamente que arrojó positivo en diciembre. Si se mantiene el plazo de cuatro meses podría quedar fuera del cuadro en París, a menos que se vacune o vuelva a contraer la enfermedad antes del inicio de Grand Slam el 22 de mayo.
Con información de Marca