Cada industria que cierra contribuye al empobrecimiento, a la miseria y al hambre, en las regiones y localidades del país, que merman sus oportunidades de empleos e ingreso
Hernán Papaterra e-mail: hpapaterra@yahoo.com
Empresas Polar, según estiman los investigadores, genera oportunidades de empleo e ingreso para no menos de 30.974 trabajadores y resiste iguales o peores circunstancias económicas y políticas que Brahma
El número de empleadores en Venezuela en el 2002 era de 611.803 empresas, según datos del INE. Para enero de 2013, el número de empleadores había disminuido hasta llegar a 345.386
La empresa brasilera Ambev, fabricante de la cerveza Brahma, denominada Brahma Venezuela, que inició su actividad económica y productiva en 1995, en la planta que posee la empresa en la zona industrial dos de Barquisimeto, estado Lara, y emplea entre 350 y 400 trabajadores directos, informó que el pasado lunes 18 de marzo de 2013, dio inicio al proceso para el cese de sus operaciones en el país.
Recientemente, la empresa de servicios petroleros Schlumberger también anunció el abandono de sus operaciones en Venezuela. La empresa más grande del mundo en servicios petroleros, está en un proceso de reducción de actividades en Venezuela por problemas financieros, según informó la agencia Bloomberg.
Ambev, es una de las mayores empresas de la región centro occidental del país, inició sus operaciones en Venezuela al adquirir la empresa Cervecera Nacional y tiene presencia en 14 países de América Latina. Según un comunicado de la industria, a las constantes pérdidas de la empresa “se aunaron consistentes crecimientos en los costos operativos y un entorno para la industria cervecera sumamente complejo”.
La gigante de las bebidas, que es parte de la mayor cervecera del mundo Anheuser-Busch InBev, vende en Venezuela las marcas Brahma, Brahma Light y Brahma Malta. Quienes no aprecian el valor de esta nueva fuente de empleo digno, que se cierra en país, se aventuran a asegurar que el consumidor no enfrentará un “desabastecimiento” ya que la empresa venezolana Polar, la principal industria privada que produce alimentos y bebidas en el país, tiene “la mayor parte del mercado cervecero nacional”. A mediados del año pasado, Ambev vendió a la local Cervecería Regional la marca Zulia, que producía y comercializaba junto a Brahma.
31.000 empleos de Polar
En el portal de Polar Venezuela leemos: Empresas Polar participa con orgullo y pasión en la construcción de Venezuela y lo ha hecho durante décadas con honestidad y respeto por el país, manteniendo un compromiso de reinversión permanente y generación de nuevos puestos de trabajo.
Empresas Polar es una corporación industrial venezolana con 70 años de historia. Sus actividades productivas están centradas en el sector de alimentos y bebidas, con un portafolio diversificado de productos, categorías y marcas. Está constituida por tres negocios: Cervecería Polar C.A., Alimentos Polar C.A. y Pepsi-Cola Venezuela C.A.
Empresas Polar, según estiman los investigadores, genera oportunidades de empleo e ingreso para no menos de 30.974 trabajadores en toda Venezuela. Expresa y resiste iguales o peores circunstancias económicas y políticas que Brahma, pero persevera en su arraigo en el país, posiblemente confiada en que en futuro próximo habrá cambios sociopolíticos favorecedores del desarrollo y el progreso en Venezuela.
Destrucción de empresas
El número de empleadores en Venezuela en el 2002 era de 611.803 empresas, según datos del INE. Para enero de 2013, el número de empleadores había disminuido hasta llegar a 345.386. Una dramática caída en el número de empresas que operan en el país que nada tiene de sostenible, pero sí de destrucción de empleos y de fortalecimiento de la pobreza, la exclusión social y la marginalidad.
Hacer negocios en Venezuela es cada vez más riesgoso y muy costoso. Estudios económicos aseguran que “en apenas cuatro años, Venezuela pasó del puesto 106º en el ranking de competitividad global al 126º. Brasil está en el 53º, Colombia en el 68º, Bolivia en el 104º. En el ranking de facilidad de hacer negocios, Venezuela se ubica en el puesto 180º. Casi no hay países detrás del nuestro. Somos el país líder en el mundo en cuanto a expropiaciones: más de 1.000 empresas han pasado a manos del Estado en los últimos diez años”.
En lo financiero y económico la carga fiscal en Venezuela a las empresas nos ubica también entre los países más costosos del mundo para ejercer la actividad productiva. Controles de precios asfixiantes, restricción de divisas extorsionantes, restricción para movilización de cargas con base en proselitismo y populismo político, y la imposibilidad de repatriar dividendos al extranjero -lo que roza la expropiación- para el caso de empresas trasnacionales.
Hacia Colombia
El Grupo Empresas Polar se ha ido desplazando para establecerse en Colombia, hostigado casi desde el principio por el continuado gobierno del fallecido presidente Chávez. Se ha consolidado como la compañía líder en el sector de harinas precocidas de maíz y avenas en el mercado colombiano. La compañía genera empleo en el vecino país para más de 700 trabajadores de manera directa, los cuales laboran en la planta manufacturera, la Oficina Principal en Bogotá y en las cuatro sucursales de ventas de Cali, Medellín, Barranquilla y Bucaramanga; desde donde se distribuye el portafolio de marcas para tener presencia en todo el territorio colombiano.
Ahuyentar empresas atenta
contra Objetivos de Desarrollo
del Milenio de Naciones Unidas
En septiembre 2000, los líderes del mundo aprobaron la Declaración del Mileno, un compromiso para trabajar de manera conjunta y construir un mundo más seguro, próspero y equitativo. Los ODMs establecen objetivos y metas sobre erradicación de pobreza, hambre, mortalidad materna e infantil, enfermedad, vivienda inadecuada, desigualdad de género, degradación del medio ambiente y la alianza mundial para el desarrollo.
El reconocimiento de que el empleo y el trabajo decente son el principal camino para escapar de la pobreza llevó a la inclusión, en 2005, de una nueva Meta de los ODMs: “lograr el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos, incluidos las mujeres y los jóvenes”. Cerrar o ahuyentar empresas para que abandonen el país significa atentar contra los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas.
El problema no es el que se va del país, siendo que es el afectado, sino que se ahuyenta el empleo y el desarrollo, que en lugar de gobernar para el bienestar general de todos, cual es el espíritu de la Constitución y la democracia, manda arbitrariamente, intoxicado de ideologías y de intereses extranjeros, dando lugar a la pobreza económica, el hambre extrema y la miseria humana