En entrevista con la Agencia France Press, el candidato presidencial opositor aseguró que Nicolás Maduro “debe estar todos los días poniendo una vela para que yo decida (retirarme). Estoy seguro que eso les encantaría, eso quisieran, que yo les dejara el camino libre»
Ramón Sahmkow / AFP
«Cada día el país se da más cuenta que Nicolás no tiene ninguna posibilidad de dirigir este país ni enfrentar los problemas de este país. (…) La mentira ha sido lo que ha estado presente».
Henrique Capriles Radonski
El líder opositor venezolano Henrique Capriles aseguró a la AFP que libra una «lucha espiritual» de cara a las elecciones presidenciales del 14 de abril contra lo que califica de abusos de poder del candidato oficialista y presidente encargado, Nicolás Maduro.
En su segunda apuesta por la Presidencia del país suramericano, tras perder contra Hugo Chávez por 11 puntos de porcentaje en las elecciones de octubre, Capriles afirma que tiene «una opción clara de ganar» en estos comicios convocados tras la muerte del mandatario, el 5 de marzo, víctima de un cáncer.
Pero este abogado de 40 años dice estar luchando en una «cruzada heroica y épica» contra el «poder del Estado», mientras viaja en un autobús a Maracaibo, en el estado Zulia, luego de protagonizar en un día dos actos de precampaña en Cabimas y Valera, en el estado Trujillo.
Apelar a la fe
«Creo que hay que apelar a la fe que tienen los venezolanos, se necesita bastante (…) porque estamos enfrentando los abusos de poder, que al final se traducen en atropellos, el chantaje, el miedo, usar todo el aparato mediático del Estado para tratar de intimidar. (…) Eso convierte esto (la pugna electoral) en una lucha espiritual apegada a la fe», dice Capriles.
Con ello denuncia los actos de Maduro transmitidos en cadena obligatoria por todas las radios y televisoras, que califica de electorales, así como una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia que avaló que Maduro, entonces vicepresidente, se encargara de la Presidencia tras la muerte de Chávez, y que el opositor calificó de «aberración».
Unidos en el religión
Capriles, que menciona con frecuencia en sus actos a Dios y se siente en medio de una lucha entre el bien y el mal, culminó la jornada del martes rezando frente a la imagen de la Virgen, de la que es muy devoto, en la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá en Maracaibo.
Su nueva postura coincide paradójicamente con el discurso de Maduro, lleno de referencias religiosas y exaltación de la figura de Chávez, al tiempo que contrasta con la pasada campaña electoral, centrada en ataques al desempeño del gobierno frente a problemas concretos como la elevada inflación o los altos índices de inseguridad, temas que sin embargo no ha abandonado.
Al mismo tiempo, acusa al candidato oficialista de «apelar a un afecto hacia el presidente» Chávez porque no tiene una propuesta propia para solucionar los problemas del país.
Maduro «no gusta»
El líder opositor prefiere no hablar de las encuestas que lo colocan 18 puntos por debajo de Maduro, como publicó recientemente la firma Hinterlaces, a la que acusó de «formar parte del comando de campaña» del candidato oficialista. Esta encuestadora también previó su derrota frente a Chávez, aunque con un margen mayor a los 11 puntos que definieron la contienda.
Por su parte, la ventaja de Maduro fue confirmada recientemente por una encuesta de Datanálisis, difundida por el banco que la encargó, que le da 14 puntos por delante del presidente interino.
Capriles vislumbra divisiones en el seno de las filas oficialistas tras la desaparición de su líder fundamental.
Afirma que Maduro es una figura que «no gusta» entre algunos seguidores de Chávez, que carece de liderazgo propio o conocimientos profundos de este país, que cuenta con las mayores reservas de crudo en el planeta.
«Él debe estar todos los días poniendo una vela para que yo decida (retirarme). Estoy seguro que eso les encantaría, eso quisieran, que yo les dejara el camino libre», dijo, negando su salida de la campaña.
«Cada día el país se da más cuenta que Nicolás no tiene ninguna posibilidad de dirigir este país ni enfrentar los problemas de este país. (…) La mentira ha sido lo que ha estado presente», apuntó Capriles, que sostiene que el gobierno mintió sobre la enfermedad y muerte de Chávez.
«Lo ratifico, (Maduro) descaradamente ha mentido», declaró, señalando que no buscó ofender la memoria de Chávez o su familia, como asegura el gobierno. «Eso es una burda manipulación de Nicolás», añadió.
“Disco rayado»
El gobernador del rico y populoso estado Miranda desde 2008, y reelecto en diciembre, es objeto de los ataques de las filas chavistas por los altos niveles de inseguridad en su estado, donde en 2012 se registraron 2.576 asesinatos, según cifras oficiales.
Ante esos señalamientos, que califica como un «disco rayado» para atacarlo, Capriles responde que la mayoría de los municipios de Miranda y «las zonas más violentas» de esa región están gobernadas por alcaldes del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
De ganar en los comicios, Capriles promete seguir un modelo de izquierda basado en el brasileño, que promueva el desarrollo en una economía de mercado, junto a planes sociales para sacar a la gente de la pobreza «de verdad», en este país con de más de 30% de hogares pobres.
“No tiene con qué”
«Sea cual sea su escenario no veo que Nicolás tenga posibilidades de ir más allá de la circunstancia que hoy asume, no lo veo, no tiene con qué», apuntó el líder opositor respaldado por la variopinta coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD)
Prioridad: lo social
«Lo social es mi prioridad como gobernante», asegura Henrique Capriles, advirtiendo a los votantes chavistas que «las conquistas» sociales, una forma de llamar a los planes en educación, salud y vivienda que lanzó Chávez, seguirán con él y en cambio «están en riesgo con estos que están gobernando», en alusión a Maduro