Viceprimer ministro turco dijo que «la lucha contra el terrorismo continuará sin descanso»
Diez soldados turcos y unos 20 rebeldes kurdos murieron en la noche del domingo en combates en el sudeste de Turquía, lo que demuestra que se han recrudecido los enfrentamientos entre el ejército y los separatistas coincidiendo con el conflicto sirio.
Los enfrentamientos en la localidad de Beytussebap, en la provincia de Sirnak, en la frontera con Irak y Siria, estallaron cuando un grupo de rebeldes, que disponen de una retaguardia en las montañas iraquíes, atacaron con cohetes y fusiles un edificio de las fuerzas de seguridad, matando a los diez soldados.
La respuesta de los soldados y la policía causó veinte muertos entre las filas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), indicaron fuentes locales.
«La lucha contra el terrorismo continuará sin descanso», declaró el primer vice primer ministro turco, Bekir Bozdag, en declaraciones a la televisión privada NTV.
En un incidente separado, el domingo, un integrante del PKK se hizo estallar en un retén en la carretera hacia Viransehir (sudeste), hiriendo a tres agentes de seguridad.
En las últimas semanas, el PKK multiplicó sus ataques contra las fuerzas gubernamentales.
El 20 de agosto pasado, la explosión de un coche bomba causó diez muertos en la ciudad de Gaizantep, también en el sudeste.
Las autoridades acusaron al PKK, pero el partido kurdo negó toda responsabilidad en los hechos.
Los operativos rebeldes se intensificaron en el sudeste, cuya población es mayoritariamente kurda, pero también en el oeste, donde un ataque cerca de Esmirna provocó la muerte de un soldado.