Se ha abierto una investigación tras el descubrimiento de un tráfico de caballos de montar destinados fraudulentamente a la alimentación humana
El ministro francés de Agricultura, Stéphane le Foll, descartó este viernes problemas sanitarios «graves» en el caso de un nuevo presunto tráfico de carne de caballo que afecta a unos 3 mil equinos según la justicia.
«Me dicen que estos caballos no estaban destinados al consumo: sí, es cierto», declaró el ministro al margen de una visita a viticultores damnificados en el suroeste.
«La Dirección General de la Alimentación (DGAL) y el ministerio de Agricultura son extremadamente vigilantes. Si en un momento u otro hay problemas graves, lo diremos y trataremos la cuestión. Hoy no es el caso», añadió.
Se ha abierto una investigación tras el descubrimiento de un tráfico de caballos de montar destinados fraudulentamente a la alimentación humana. Según sindicatos agrícolas, una red mafiosa belga habría puesto en marcha este tráfico.
Esta habría comprado caballos de montar a centros ecuestres o a particulares en Francia, prometiendo una jubilación tranquila para los animales.
Luego habría falsificado sus libretas de salud y tratado de hacerlos sacrificar para destinarlos a la alimentación humana, cuando los dos tercios de los caballos de ocio han recibido un tratamiento médico que los hace no aptos al consumo.
«Mi determinación es total para desmantelar esta red que está, al parecer, en el origen de este tráfico», añadió Le Foll.
Este presunto tráfico afecta a unos 3 mil caballos sacrificados en un periodo máximo de los tres últimos años, indicó el viernes a la AFP la fiscalía de Marsella, para la zona que le afecta.
«Es una filial con Bélgica», confirmó, y añadió que «los caballos aparentemente proceden de Holanda, Bélgica, Francia y España».
Agencias