William y Harry, los príncipes de Gran Bretaña, se convirtieron temporalmente en corredores de bolsa, al participar en una actividad de beneficencia en honor a las víctimas de los ataques terroristas del 11 de septiembre.
Ayudados por corredores de bolsa profesionales, los príncipes contestaron teléfonos por una hora el miércoles para negociar aportaciones, incluyendo una valuada en 25.000 millones de euros (33.000 millones de dólares).
También se dieron tiempo para mostrar su buen humor. Enrique acusó a su hermano mayor, el padre del príncipe Jorge de dos meses, de «balbucear como un bebé» en vez de cerrar el trato.
Guillermo, quien es piloto, reconoció: «Soy mucho mejor con los helicópteros».
La actividad de recaudación de fondos fue organizada por BGC Partners, que perdió 658 empleados en los ataques terroristas de 2001 en Estados Unidos.
Otras celebridades que negociaron aportaciones el miércoles fueron Rod Stewart y el actor de «Mandela» Iris Elba.
AP