Cuando llueve los vecinos deben chapotear el pantano, mientras que en verano tragan polvo, lo que afecta su salud
La ilusión de vivir en una casa digna como un derecho consagrado en la Constitución Nacional se ha desvanecido para unas 120 familias que viven en improvisadas viviendas, en el sector Las Lomas de Marare en Ocumare del Tuy.
Desde hace 15 años estas personas deambulan en las oficinas de diferentes entes públicos del Gobierno Nacional a fin de lograr que les construyan el urbanismo que han deseado.
“Hemos llevado el proyecto a todas partes. Todos los años nos ofrecen iniciar las obras, pero nunca se termina de concretar nada y aún seguimos padeciendo las inclemencias de ser pobres”, dijo Rosa Terán, una de las vecinas del sector.
Y es que recorrer el referido lugar demuestra las condiciones infrahumanas en las que viven muchas de las familias. Casas a medio construir con láminas de zinc y madera es el común denominador en la zona.
Servicios a medias
Los servicios básicos son deficientes. Las tuberías de agua potable se observan en las calles de tierra y llenas de huecos. En algunos casos son evidentes los pozos de agua que se convierten en criaderos de alimañas.
“Muchas casas no tienen red de aguas servidas por lo que se han construido pozos sépticos que ya han colapsado y esto atenta contra nuestra salud”, dijo la declarante, quien además refirió que el sistema eléctrico es improvisado “y tememos morir carbonizados, ya que los cables se asemejan a una tela de araña porque, como pudimos los hemos instalados nosotros mismos”.
Repuestas concretas
La mujer pidió públicamente al presidente Nicolás Maduro enviar una comisión que visite la zona para que conozca sus necesidades
“Somos familias de bajos recursos y necesitamos una casa donde poder vivir dignamente con nuestros hijos”, dijo Rosa Terán.
MIP-TUY Agencia/Jean Carlos Rodríguez
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