Los litigios por abuso infantil le han costado a la Iglesia Católica unos 3.000 millones de dólares en juicios
El Papa Francisco pidió perdón el viernes por el daño causado por los sacerdotes que abusaron de niños, en una de sus declaraciones más fuertes hasta el momento sobre la crisis de abuso sexual en la Iglesia Católica.
El Pontífice nacido en Argentina dijo que la Iglesia tenía que tomar una posición más firme que antes contra el escándalo que la ha perseguido por más de dos décadas.
«Me siento interpelado a hacerme cargo de todo el mal que algunos sacerdotes -bastantes, bastantes en número, no en comparación con la totalidad-, hacerme cargo y a pedir perdón del daño que han hecho por los abusos sexuales de los niños», dijo a miembros de un grupo de defensa de los derechos de los menores.
Sus declaraciones, originalmente en español, fueron traducidas y difundidas por el servicio de noticias de la Radio del Vaticano.
Francisco no especificó si las «sanciones» serían impuestas por la Iglesia o si involucrarían a las autoridades de la justicia civil.
En febrero, el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas acusó al Vaticano de hacer la vista gorda sistemáticamente a décadas de abuso y de intentar encubrir delitos sexuales.
El feroz reporte instó a la Iglesia a entregar inmediatamente sus registros sobre abuso de decenas de miles de niños, a remover a cualquier sospechoso de abuso de su cargo y a remitir el asunto a las autoridades judiciales civiles.
La Iglesia ha sido acusada de perdonar las acciones de sacerdotes que trasladaron a probados abusadores de parroquia en parroquia, permitiendo que sus abusos continuaran.
Los litigios por abuso infantil le han costado a la Iglesia Católica unos 3.000 millones de dólares en juicios solamente en Estados Unidos, y han puesto en jaque la autoridad moral de sus líderes.
Agencias