En universidades públicas, cuyo presupuesto proviene totalmente del Estado venezolano, hasta 80% de sus integrantes proviene de los estratos A y B. Es decir, de los sectores más pudientes. «Esto desnuda una segregación desde el punto de vista económico en el ingreso a las universidades», señaló este lunes en rueda de prensa el vicepresidente de Planificación y Conocimiento, Ricardo Menéndez.
Por ello, el Gobierno Nacional ha decidido abrir una discusión «franca, sencilla, diáfana pero con toda la firmeza del caso», para cambiar esta situación.
«Basta de la banalidad de suponer que hay arios académicos. Basta ya de la banalidad de que hay segregación económica que justifica un nivel intelectual. Aquí hay un pueblo que se hizo universitario y al que se le democratizaron las posibilidades de estudio», puntualizó tras la reunión semanal de la Vicepresidencia.
Precisó que la instrucción del presidente de la República, Nicolás Maduro, es que «tiene que haber democracia en todos los aspectos de la sociedad. Esto no es una selección económica desde las universidades ni política de los que van a ingresar, pero sí es una democratización desde el punto de vista académico».
En el país, apenas 30% de los cupos de las universidades públicas se asigna a través de los mecanismos definidos por la Oficina de Planificación del Sector Universitario (Opsu), de manera que 70% está controlado por medios distintos a los que garantizan un acceso realmente democrático.
Maduro planteó el tema la semana pasada, durante una movilización de jóvenes por el Día del Estudiante Universitario, en un país donde la matrícula universitaria pasó de 500.000 alumnos a dos millones 630.000.
Un segundo elemento que, destacó Menéndez, regirá el trabajo de la Vicepresidencia de Planificación y Conocimiento será el «direccionamiento de los estudios en nuestras universidades».AVN