La cuchilla de diamante le valió a Fernández Morán el Premio John Scott (1967), convirtiéndose en el único latinoamericano con dicho galardón. Asimismo, fue propuesto para el Premio Nobel, petición que rechazó, pues tendría que renunciar a su nacionalidad venezolana y adoptar la ciudadanía estadounidense
Con el avance de la ciencia se iba haciendo necesarios instrumentos cada vez más necesarios instrumentos más precisos, siendo uno de los más versátiles el bisturí de diamante, inventado por el venezolano Humberto Fernández-Morán (Maracaibo, Estado Zulia 18 de febrero de 1924 – Estocolmo, Suecia, 17 de marzo de 1999):
Utilizado para realizar desde microcirugías oftalmológicas (de los ojos), pasando por sus aplicaciones por los orfebres para cortar lentes de alta precisión o materiales finos como la plata, hasta su uso para conseguir muestras lunares traídas de misiones en el espacio.
Esta innovación difiere de los escalpelos de uso cotidiano por tener una hoja hecha de diamante, que permite cortar casi lo que sea de forma muy precisa.
La cuchilla de diamante le valió a Fernández Morán el Premio John Scott (1967), convirtiéndose en el único latinoamericano con dicho galardón.
Asimismo, fue propuesto para el Premio Nobel, petición que rechazó, pues tendría que renunciar a su nacionalidad venezolana y adoptar la ciudadanía estadounidense.
Un invento que llegó al espacio
Tras graduarse de medicina en la Universidad de Múnich donde Summa cum Laude en 1944, Fernández Morán, comenzó estudios de microscopía electrónica en los laboratorios del Instituto Nobel de Física y en el Instituto de Investigaciones Celulares y Genética del Instituto Karolinska. en Estocolmo, Suecia, entre los años 1948 y 1954, el médico maracaibero inventó el bisturí de diamante.
Descubrimiento que le granjeó gran prestigio en la comunidad científica. En 1970 es contratado por la NASA (Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio por sus siglas en inglés) para trabajar en el proyecto Apolo en el campo del análisis físico-químico, donde su cortador de hoja de diamante fue usada para extraer muestras del suelo de la luna y recolectar fragmentos de sus rocas para el análisis de su composición elemental.
Gracias a sus avances técnicos, se abrieron todo un nuevo campo en el estudio de las estructuras celulares y subatómicas.
Legado
El bisturí de diamante fue solo el primer paso de una vida de descubrimiento y estudio de las estructuras más pequeñas de la naturaleza.
El Ultramicrótomo tambien fue desarrollado por él: un aparato que permite obtener cortes cuyo espesor se mide en angströms. (Un angström es 0,1 nanómetros y un nanómetro es la mil millonésima parte de un metro).
Asimismo, contribuyó para el desarrollo del microscopio electrónico y fue la primera persona en introducir el concepto de crioultramicrotomía. Ese término se refiere a la técnica de congelamiento para cortar secciones ultrafinas de tejido biológico y examinarlas en el microscopio electrónico, método usado principalmente en la biología estructural.
Este avance le permitió observar a nivel casi atómico la estructura de complejos sistemas biológicos en estado hidratado y a muy bajas temperaturas, lo cual hasta ese entonces se consideraba improbable.
Además del área de criosmicroscopía electrónica, trabajó en aplicaciones para lentes superconductores y helio líquido en los microscopios electrónicos.
Logró observar a nivel casi atómico la estructura de complejos sistemas biológicos en estado hidratado y a muy bajas temperaturas, lo cual hasta ese entonces se consideraba improbable.
“El Brujo de Pipe”
Pese a sus aportes en diferentes ámbitos de la ciencia, la medicina y la ingeniería, Humberto Fernández Moran ha sido relegado a un segundo lugar en el Venezuela, siendo un personaje más bien olvidado.
Parte de esta infamia se debe a que el 13 de enero de 1958 se le pidió asumir como ministro de Educación del General Marcos Pérez Jiménez. Se mantuvo en el cargo apenas 10 días, pues el este último sería derrocado. Fernández Morán fue expulsado del país por el nuevo gobierno, apodado como “El Brujo de Pipe” por las masas.
Por: Luís Guillermo Valera / lvalera@diariolavoz.net