Al menos 18 civiles -entre ellos cuatro niños- murieron este martes en un bombardeo de la coalición internacional dirigida por Estados Unidos en el norte de Raqa, donde están atrincherados los últimos combatientes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en la que fuera su capital siria, indicó una ONG.
«Los civiles estaban sacando agua cerca del estadio municipal, en el norte de Raqa, en el momento del bombardeo», dijo a la AFP Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El ataque se produjo en una zona de donde los yihadistas del EI se retiraron, pero que todavía no está bajo control de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), la alianza kurdo-árabe que combate al Estado Islámico con el apoyo de Estados Unidos.