QUÉ TAL CONTERTULIOS: Se acerca el día de las “elecciones” venezolanas y a medida que se avanza hacia esa fecha la gente está confundida ante el dilema de ir, o no ir a votar. Todos los candidatos prometen cambios (con excepción de Maduro) o mejor dicho en singular, se promete un cambio de rumbo económico.
El problema de estas elecciones, sui generis, porque habrá votación, mas no elección, es que no se ve una luz en el camino, no se siente que se vayan a acabar los problemas que nos acogotan porque simple y llanamente Nicolás Maduro va a “ganar”.
Ahora, lo peor del asunto es que los candidatos de “oposición” que están compitiendo le hacen el juego a los indeseables que desgobiernan. Si existieran otras condiciones, condiciones de seguridad, de neutralidad en el organismo referee, otro gallo cantaría, pero el ventajismo se ve a legua y por encimita.
Existen dos motivos por los que Maduro va a ganar, hasta sin hacer trampa. Lo explicamos: Existen dos bandos bien definidos en el país, el gobierno y la oposición.
Ahora bien, el gobierno y su candidato tiene su poquita gente que va a votar por ellos, digamos que un 20 %, mientras que la oposición que representa un 80 % está dividida entre los que van a votar, un 30 %, y los abstencionistas, un 50 %; el 30 % de los que van a votar están divididos a su vez entre 3 candidatos, 15 % Falcón y 15 % los otros dos, en preferencias. No hay que ser cum laude en matemáticas o estadística para adivinar lo que va a pasar, que Maduro triunfará en las elecciones legitimado por los electores, ¡Perdón! Votantes. Una pregunta que el abstencionista (circunstancial, por supuesto) le podría formular al que va a votar es ¿Qué pasaría, -como en efecto pasará- si pierde Falcón? Cuál sería su plan B. Sabiendo y teniendo conciencia de que les hicieron trampa ¿A dónde van a acudir? ¿Al CNE? ¿A la ANC promotora de las elecciones? ¿Al valle, a llorar? Es pertinente también que se le hagan las mismas preguntas a un abstencionista, pero este no tiene plan B porque su plan único consistía en que fueran modificadas las condiciones electorales y de no ser así, no votar y que el “ganador”, Maduro por supuesto, sea desconocido por la comunidad y los organismos internacionales.
Imaginemos el escenario en que toda la oposición, incluyendo a Falcón y los otros dos, hubieran sido contestes en no acudir a las elecciones, o sea, que “compitiera” Maduro solo lo que sería algo parecido a un plebiscito como el que en diciembre del año 1957 realizó Marcos Pérez Jiménez. Bueno, serían unas “elecciones” más fastidiosas que una serenata con los Diablos de Yare.
EL PROGRAMA DE GOBIERNO del Henry Falcón dicen los entendidos, es muy bueno, es viable, en los que respecta al aspecto económico. Francisco Rodríguez, joven y brillante economista lleva la batuta en esa materia. Francisco es hijo Gumersindo Rodríguez, economista “cabeza caliente” que se fue con el MIR, cuando la primera división de AD y volvió al partido del pueblo para llevar a cabo el Quinto Plan de la Nación, en el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez. Rodríguez hijo, es muy inteligente y tiene los pies bien puestos en el área económica, más no tiene la visión política para darse cuenta que este llamado a un proceso electoral está viciado de inconstitucionalidad por la intemporalidad y por el ente que hizo el llamado a elecciones, la anc.
EL DRAMATURGO Y PROFESOR DE TEATRO Levy Rossell falleció recientemente. Fue uno de los hombres forjadores y creadores del teatro en nuestro país. Junto con Isaac Chocrón y José Ignacio Cabrujas hizo del teatro una verdadera potencia cultural. Hay una anécdota de Levy que lo retrata de cuerpo entero en un país donde los valores morales hace rato dijeron adiós. La anécdota me la comentó un amigo ya desaparecido del mundo teatral, Lilo Farías, cofundador junto con Quidio España del Festival del Teatro Internacional de Oriente quien colaboró con Rossell en Arte en Venezuela. En el año 1969, en el primer mandato de Rafael Caldera, Levy pidió al Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes (INCIBA) al cual estaba adscrito Arte en Venezuela, institución dirigida por él, la colaboración de cincuenta mil bolívares para hacer unas pancartas.
Del INCIBA le respondieron al director de Arte en Venezuela que no había dinero presupuestado para tal fin. Pasado unos meses, el INCIBA le hizo un agasajo a Levy donde había buena comida y whisky de 12 años. Durante el agasajo Levy fue informado de la cantidad de dinero que había costado el convite, muy superior a lo pedido por él para las pancartas y en consecuencia, se paró de la mesa donde estaba y se fue bastante molesto.
Felicitaciones en su cumpleaños a Eilyn Acosta Ugas, hija de mi fraternal amigo, profesor Lorenzo Acosta Rodríguez Hasta la próxima semana, apreciados contertulios, Dios mediante.
• @adolfredocarril, ajcarrillo23@hotmail.com