Todavía es demasiado pronto para emitir un juicio sobre la decisión de EEUU de abrir un puente con el chavismo disidente en la última reunión de Elliott Abrams, enviado especial para Venezuela.
La sorpresiva declaración de Abrams, provocó que el propio Maduro reaccionara de manera iracunda, con un mensaje en el que intentaba reservarse como el guardián del legado de Chávez. Aunque Abrams no quiso defender a Chávez- eso solo se puede entender así, sacando el discurso de contexto- , solo dijo que miembros del Chavismo que abandonen a Maduro deben estar en la transición.
Eso asustó a Maduro que duerme con un ojo abierto y otro cerrado. Nicolas Maduro sabe que Washington hizo una oferta atractiva al chavismo, y cuando el Departamento de Estado habla del chavismo, realmente saben que el partido de gobierno es la FANB. Sin embargo, se puede decir lo siguiente: a menos que el Departamento de Estado lleve a cabo una reunión separada con opositores disidentes del chavismo y autoridades del Estado, su estrategia no hará mucho más que legitimar la dictadura más larga de la historia reciente del continente.
Quiero explicar por qué.
Sería mucho más fácil para cualquier chavista militar tomar un teléfono y ponerse a las ordenes de la actual Fiscal General de la República, Luisa Ortega Diaz, que hacerlo con cualquier líder de la oposición tradicional. También sería lo mismo con militares de alto rango, que están en el exilio. O la mujer que Chávez le entregó el premio Nacional de Periodismo, Luzneira Parra; o Gaston Guisandes el vicepresidente de la Cámara de Periódicos; o Maripili Hernandez ex jefa de juventudes del Psuv; o Vanesa Daivis. Y así un largo etcétera, que tienen un amor por el difunto Chávez, como Lutero lo tenía por Cristo. Sin embargo los pecados de la Iglesia eran tantos, que Lutero hizo la Reforma.
EEUU podría darnos una agradable sorpresa y demostrar que entiende el juego de legitimar no solo al Presidente de la Asamblea Nacional – cuyo juego de ser Presidente encargado está más enredado que canibal cuidando carne de búfalo- sino autoridades como la Fiscal General, o disidentes vinculados al general Rodrìguez Torres, por citar dos ejemplos.
EEUU podría demostrarle a los escépticos que el contacto directo con el chavismo es más eficaz para promover la causa de las libertades universales en Venezuela que tratar de aislar y castigar a ese sector. Podría, a fin de cuentas, no repetir los errores que ya cometió en Cuba.
Pero a juzgar por la manera tan forzada en la que se toca el tema , no parece ser fácil que EEUU tenga una reunión por separado con líderes opositores a Maduro que pertenecen al chavismo. En su última visita a Colombia, el jefe del Departamento de Estado apareció únicamente con la oposición tradicional. Traducción: eso es una sala llena de gente, incluyendo muchos partidarios del Presidente de la Asamblea Nacional y su partido , donde un puñado de disidentes del chavismo se perderían entre la multitud.
Una reunión de entre el Departamento de Estado y el “chavismo disidente” de Venezuela sería una estocada a Maduro. Si el jefe de la dictadura venezolana ha sido tan colérico por un encuentro donde Abraham ha parecido con un personaje sin mucha relevancia actual como Gabriella Ramirez, imagínense que aparezca con la actual Fiscal General o Cliver Alcala Cordones, por ejemplo. Claro que el Departamento de Estado podría aprovechar la ocasión para tomar una foto de EEUU con algunos disidentes en la sala, para consumo interno pero sin apoyo real. Pero eso no sería ningún avance, sería más de lo mismo.
Mi opinión: EEUU debe darse cuenta que el apoyo solamente a la vieja clase política venezolana no ha funcionado y que es hora de probar algo nuevo. Funcionó en Chile. Funcionó en España. Funcionó en Sudáfrica. Funcionó en Polonia. Y funcionará aquí, si se hace bien.
Por Leocenis García.